Una vez confirmada por el Tribunal Supremo la inhabilitación de Quim Torra, es el número dos del Govern, Pere Aragonès, quien pasa a asumir el cargo como presidente de la Generalitat de Cataluña. El suyo es además el nombre con más posibilidades de dar relevo a Oriol Junqueras como candidato de ERC en las próximas elecciones de Elecciones de Cataluña.
Nacido el 16 de noviembre de 1982 en Pineda de Mar (Barcelona), Pere Aragonès se erige como el "heredero" de Junqueras que sustituye a Torra en el peor momento. Tras la inhabilitación del actual presidente de la Generalitat, tendrá que ejercer "presidente sustituto interino en funciones", un papel hasta ahora desconocido en Cataluña.
Esta circunstancia llega además en el peor momento posible: en plena pandemia de coronavirus, sin unos nuevos prepuestos y en medio de una interminable pugna entre los dos socios del Govern, JxCat y ERC.
"La justicia española ha sentenciado un nuevo golpe antidemocrático a nuestras instituciones, pero el odio y la venganza del Estado no provocará ni una grieta en nuestro compromiso con la libertad de Cataluña. Contigo, muy honorable president Quim Torra", escribía en su cuenta de Twitter tras confirmarse la inhabilitación de Torra.
Pere Aragonès, de 37 años, lleva ya casi dos décadas en la escena política catalana, cuando en 2003 fue elegido portavoz nacional de las juventudes de ERC (JERC). Al frente de las JERC, lideró la polémica campaña cuyo lema era "Cada segundo España nos roba 450 euros. Basta de expolio fiscal".
En los últimos años, ese "España nos roba" que sostenía Aragonès se ha ido transformando en un perfil político pragmático, hasta tal punto de suscitar recelos entre algunos sectores del partido y entre los partidarios de la vía unilateral de la independencia.
Aragonès fue fiel colaborador de Junqueras durante la legislatura durante la que se celebró el referéndum ilegal del 1-O, tiempo en el que ocupaba el cargo de secretario de Economía en la conselleria que lideraba Junqueras. En este cargo se mantuvo durante los meses en los que se aplicó el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, en cuya implantación "participó activamente", sin poner trabas.
Ahora también se le presenta un escenario complicado como presidente interino en funciones. Por delante tiene el reto de intentar controlar la pandemia de coronavirus, al frente de un Govern en funciones que no podrá aprobar los presupuestos para 2021 y en el marco de las continuas diferencias entre JxCat y ERC por la hegemonía independentista.