El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha insistido este sábado en pedir a la justicia que actúe con rapidez en el caso Método 3 y «que castigue de manera ejemplar» a los verdaderos responsables del supuesto espionaje político contra la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho.
«Queremos que la justicia encuentre a los verdaderos culpables de este caso y que se deje de hablar de personas que son absolutamente inocentes», ha indicado sobre la imputación este viernes de la gerente del partido, Lluïsa Bruguer, y de la incautación de un ordenador en la sede del PSC.
En declaraciones a los medios en Malgrat de Mar (Barcelona), Navarro ha insistido en que el PSC es «muy respetuoso con la justicia» y entregará toda la documentación que le sea requerida para esclarecer el caso, aunque ha descartado comparecer en el Parlament para dar explicaciones.
«No sé qué aportaría que yo comparezca en el Parlament», ha afirmado, al valorar que la cámara parlamentaria debe investigar la acción del Govern y no un caso que se dirime en los tribunales, insistiendo en que el espionaje político es algo que no tiene nada que ver con la forma de actuar del PSC.
El acuerdo con Método 3
Alicia Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, fueron grabadas por la agencia de detectives Método 3 durante un encuentro que ambas mujeres mantuvieron en el restaurante La Camarga de Barcelona. Esta comida tuvo lugar el 7 de julio de 2010. Tanto Sánchez-Camacho como Álvarez alcanzaron un acuerdo con la agencia Método 3 por el cual está les indemnizaba (en el caso de Sánchez-Camacho con 80.000 euros), al tiempo que ellas renunciaban a sus acciones civiles y penales. La difusión de la grabaciónquedó prohibida por orden judicial.
Sin embargo, la juez y el Ministerio Fiscal continúan con la investigación, pues consideran que en esta materia el acuerdo alcanzado«no extingue la acción penal». La Justicia ha encontrado indicios de que fue el PSC quien ordenó la grabación del restaurante La Camarga, y por elló ordenó la imputación de Lluïsa Bruguer, la gerente del partido.
A primera hora de la mañana del viernes, dos agentes de la Policía Nacional y la secretaria judicial se personaban en la sede de los socialistas catalanes en Barcelona, comunicando a la gerente su imputación y requisándole el ordenador de trabajo.
Tras esta operación, los fiscales Anticorrupción de Cataluña Fernando Bermejo y Jesús Sánchez Ulled tienen a su disposición toda la contabilidad del PSC, que ahora debe ser analizada para ver con quién contrataron los socialistas catalanes. Según fuentes consultadas por ABC, las actividades de espionaje en Cataluña eran «habituales» desde los tiempos del tripartito, y hasta el momento, todas las pruebas conducen al PSC, aunque no se descarta que haya «otros partidos implicados».