El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el secretario político, Iñigo Errejón, miden desde este sábado sus fuerzas en las votaciones en las que los simpatizantes del partido morado decidirán la nueva estrategia política, el modelo organizativo y también la nueva dirección que saldrá de la II Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre del 11 y el 12 de febrero.
De este modo, los alrededor de 455.000 inscritos llamados a votar hasta el mismo día 11 tienen en sus manos en futuro del partido, en una votación que Iglesias ha planteado como un plebiscito "entre dos equipos y dos liderazgos, con ideas distintas plasmadas en documentos", es decir, una "elección fundamental" entre él y Errejón.
Por su parte, el secretario político ha negado que quiera disputarle el liderazgo a Iglesias y defiende que lo que está en cuestión es "el rumbo político". Por ello, ha decidido llevar a hasta el final la defensa de las ideas que cree "mejores" para refundar el partido, rechazando que ello suponga desafiar al líder.
Al margen del relato que hace cada uno, lo cierto es que de la votación que arranca este sábado depende el liderazgo de Iglesias, ya que el secretario general ha anunciado que si sus propuestas políticas y organizativas y su lista a la dirección no son las más votadas, no seguirá la frente de Podemos.
La votación es telemática, como todas las que ha hecho hasta ahora la formación, y consta de seis partes diferenciadas e independientes: los cuatro documentos que fijarán el nuevo rumbo del partido, las listas al Consejo Ciudadano Estatal, y la Secretaría General, en este orden.
Es decir, Iglesias podría ganar la votación a secretario general pero, al mismo tiempo, perder la del documento político u organizativo. Sería este el escenario en el que el líder dimitiría, aunque no dejaría de formar parte de la dirección, ya que ha decidido ocupar el primer puesto de su lista al Consejo Ciudadano Estatal.
Esta estrategia ha sido cuestionada por los 'errejonistas', al considerar que supone una maniobra para reforzar la idea de "plebiscito" y del "todo o nada", ya que, antes de llegar a la casilla de votación para elegir secretario general, en la pantalla anterior, los inscritos se encontrarán ante sí dos listas al Consejo Ciudadano: una liderada por Iglesias y otra por Errejón.
Aunque el sistema es de listas abiertas y los votantes tienen que marcar uno a uno a sus candidatos favoritos, hasta completar los 62 miembros que componen el Consejo Ciudadano, el hecho de que Iglesias encabece su lista es interpretado por sus rivales como un intento de ayudar con su popularidad a recabar apoyo extra.
Con el inicio de las votaciones, arranca también la campaña electoral. Tanto Iglesias como Errejón celebran actos este sábado en Madrid para presentar a los miembros de sus candidaturas y comenzar a pedir el voto para sus proyectos.