La capital de Asturias ha celebrado la 37 ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, una gala con marcado carácter político que contó por primera vez con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y varias referencias a la legalidad y a la unidad de España.
La excepcionalidad de la situación de Cataluña y el reconocimiento a la Unión Europea con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia podrían estar detrás de la decisión del presidente, que estuvo acompañado por varios ministros de su Ejecutivo. Mariano Rajoy ha coincidido en Oviedo con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que recogieron la distinción a la UE.
Las gaitas entonando el himno de España y un sonoro aplauso sirvieron de arranque a la gala. A continuación se dio la bienvenida al escenario de los galardonados de este año: Les Luthiers en la categoría de Comunicación y Humanidades; William Kentridge (Artes); Hispanic Society of America (Cooperación Internacional); All Blacks (Deportes); Karem Armstrong (Ciencias Sociales); Adam Zagajewski (Letras); Rainer Weiss, Kip S. Thorne y Barry C. Barish y Laura Candonati, en representación de la Colaboración Científica LIGO (Investigación Científica y Técnica); y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en representación de la Unión Europea (Concordia).
El discurso pronunciado por el Rey de España, Felipe VI, comenzaba con palabras de apoyo para los afectados por los incendios registrados estos últimos días en Galicia, Asturias y Castilla y León. El Rey, que hizo mención a la Princesa Leonor, elogió los valores que representan estos galardones. Felipe VI, además, destacó la "unión" como referente de la historia de España e incidió en la defensa de los principios democráticos.
"España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional", dijo el Rey, añadiendo que "lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas, dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria".
También llamativa fue la recepción del galardón por parte de los mandatarios europeos que ofrecieron simbólicamente el galardón a los presentes dando a entender que es mérito de "todos". En respuesta a ese gesto, el Campoamor se puso en pie para darles la mayor ovación de la ceremonia. Uno de los discursos más aclamados fue el de Antonio Tajani, que incidió en la importancia de respetar "el Estado de Derecho" porque "nadie puede romper las reglas que nos hemos dado entre todos".
Jean Claude Juncker calificó de "visión hermosa" las numerosas banderas de España que observó en edificios y entre la gente durante el recorrido desde el Hotel de la Reconquista al Teatro Campoamor. "La paz es una conquista de todos los días", advirtió, añadiendo que Europa es "la mejor fortificación frente a los dramas del pasado". Rajoy miró a Juncker y elevó los dos pulgares tras su discurso.
En su intervención Donald Tusk incidió en que el sueño de la unión de Europa se cimentaba en la concordia y la verdad. Una idea que redondeó Antonio Tajani al señalar que la UE ha tenido éxito por ser el fruto del respeto a la legalidad y la solidaridad. "Viva España y viva el Rey!, terminó Tajani arrancando un fuerte aplauso del público.
Uno de los discursos más esperados era el de 'Les Luthiers'. Haciendo gala de su ingenioso humor, uno de sus integrantes ha bromeado con que les hacía ilusión "haber sido nominados varias veces" y esperan que "los amigos que nos llamaban cuando no lo recibíamos nos sigan llamando"
Entre las anécdotas de esta edición se encuentra la 'haka' que interpretaron los 'All Black', la tradicional danza maorí que logró aplausos unánimes de los 1.600 asistentes y sonrisas cómplices.