Tras dar luz verde al proyecto de Presupuestos en el Consejo de Ministros de este viernes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llevará el lunes a las diez de la mañana dicho proyecto a la Cámara Baja, para iniciar su tramitación parlamentaria, que se prolongará durante unos tres meses.
A pesar de que el Gobierno encontró a finales de diciembre (en un segundo intento) los apoyos a su nueva senda de déficit, que posteriormente rechazó la mayoría del PP en el Senado, tanto ERC como PDeCAT han reiterado su negativa a aprobar los Presupuestos del Gobierno del PSOE. No obstante, sí se han abierto a la posibilidad de permitir su tramitación, lo que supondría renunciar a presentar enmienda a la totalidad y asegurar el rechazo de las que presenten otras formaciones.
En los últimos días las formaciones independentistas han rebajado sus exigencias, si bien ERC condiciona su apoyo a que la Abogacía del Estado retire la acusación de sedición contra los políticos catalanes presos, en tanto que el PDeCAT reclama una mesa de diálogo con propuestas concretas para Cataluña. El Gobierno podría incluir inversiones adicionales.
Para superar los votos de PP, Ciudadanos, UPN, EH-Bildu, Coalición Canaria y Foro Asturias, que el pasado mes de diciembre rechazaron los objetivos de déficit de Sánchez, el Gobierno necesita sumar a los votos del PSOE los apoyos de Unidos Podemos, con quien ya firmó un acuerdo presupuestario, pero también de Compromís, PNV, Nueva Canarias, ERC y PDeCAT.
De repetirse los rechazos a la senda de estabilidad en el debate de totalidad, al Gobierno no le valdría un apoyo y una abstención, ya que necesitaría que tanto ERC como PDeCAT rechazaran las enmiendas y votaran junto al bloque que busca tramitar las cuentas.
Para iniciar la tramitación el proyecto de PGE será necesario habilitar el mes de enero, ya que este mes no es hábil para la actividad parlamentaria.
El lunes llegará el proyecto al Congreso de la mano de la ministra de Hacienda, que, junto a sus secretarias de Estado, detallará el contenido del proyecto, que ese mismo día será calificado por la Mesa del Congreso y luego será publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.
Además, el órgano de gobierno del Congreso aprobará un calendario de tramitación, abriendo un plazo para solicitar las comparecencias de los altos cargos del Gobierno y organismos públicos, con el fin de explicar las cuentas de los distintos departamentos.
Tras la ronda de comparecencias, los grupos que lo deseen tendrán hasta el viernes 8 de febrero para presentar sus enmiendas a la totalidad, con las que buscarán tumbar el proyecto y devolver las cuentas al Gobierno y que se debatirán en sesión plenaria la semana siguiente, los días 12 y 13 de febrero.
En este debate, la ministra de Hacienda defiende el texto ante el Pleno y los grupos que deseen la devolución de las cuentas, su rechazo a través de sus enmiendas de totalidad.
Para superar este trámite, de una única votación, y lograr la supervivencia de sus Presupuestos, Sánchez deberá contar con unos apoyos que a día de hoy no tiene atados.
Si el proyecto presupuestario supera el trámite de las enmiendas de totalidad, y a posteriori el de las enmiendas parciales en Comisión, la votación final del dictamen presupuestario en el Pleno del Congreso se podría producir a mediados del mes de marzo, para continuar después en el Senado y regresar más tarde a la Cámara Baja.
Las cuentas que aprueba este viernes el Ejecutivo irán acompañadas de una actualización del cuadro macroeconómico que rebajará en una décima, hasta el 2,2%, la previsión de crecimiento para este año, según ha adelantado la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, quien ha explicado que se debe al mayor ajuste fiscal de los Presupuestos, al elaborarse con la senda de déficit del anterior Gobierno (1,3% del PIB).
En cuanto al paro, el nuevo cuadro macro proyecta una creación de 800.000 empleos entre 2018 y 2019, con una reducción de la tasa de paro al 15,5 en 2018 (igual a la previsión anterior) y del 14% en 2019 (dos décimas más).