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Gobierno de coalición

Primer aniversario de la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones del 10N que llevó al Gobierno de coalición con Podemos

Hoy se cumple un año de las últimas Elecciones Generales, las celebradas el 10 de noviembre de 2019 y en las que Pedro Sánchez logró ganar aunque con un estrecho margen que le obligó a buscar la coalición con Unidas Podemos para poder gobernar.

Pedro Sánchez logró ganar las elecciones del 10 de noviembre pero con menos escaños, tres menos, de los que el PSOE había conseguido meses antes, en las elecciones del 28 de abril. Entonces, en abril, Sánchez no quiso pactar con Iglesias, sin embargo, 48 horas después de los comicios de noviembre, el entonces candidato socialista y presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, firmaron un preacuerdo para formar un gobierno de coalición para toda la legislatura. Después llegó el momento de las negociaciones con otros grupos para asegurarse la mayoría.

El bloqueo

El día del acuerdo con Pablo Iglesias, el presidente del gobierno aseguró: "No habría justificación para mantener el bloqueo". Las líneas fundamentales del futuro gobierno están recogidas en un documento con ideas genéricas (empleo, corrupción, cambio climático, feminismo, nuevos derechos, despoblación, "convivencia en Cataluña"...) de carácter "rotundamente progresista", en el que -decía Sánchez- "no cabrá el odio y la confrontación entre españoles".

La estructura y funcionamiento de ese ejecutivo de coalición se ultimó después de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en enero de 2020. Comenzaba así una legislatura con grandes desafíos por delante, entre ellos, como gestionar el independentismo en Cataluña o la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, gran apuesta de Podemos.

El primer Gobierno de la coalición desde la República nacía con 5 prioridades, "cinco grandes transformaciones que precisa España: afianzar el crecimiento económico y crear empleo de calidad; el entendimiento territorial y el reto demográfico; la justicia social; la transformación digital de nuestra economía y la transición justa y la plena igualdad de la mujer", decía Sánchez.

Llegó el coronavirus

Sin embargo, en marzo llegaba a España el coronavirus, se disparaban los contagios y muertes por la Covid-19 y la mayoría de esfuerzos y decisiones políticas se han tenido que ir adaptando para hacer frente "a una situación histórica, muy complicada".

Durante estos meses de gestión de la pandemia se han evidenciado, en ocasiones, los desacuerdos entre las dos formaciones políticas que conforman el gobierno. Moncloa tuvo que dejar muy claro que "las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España" las ofrecía el Ministerio de Sanidad, y no el de Trabajo, con Yolanda Díaz de Podemos al frente, que llegó a presentar una guía de actuación sobre el coronavirus.

Fue uno de los primeros desencuentros pero según avanza el tiempo han sido muchos más. La necesidad de hacer frente al impacto económico que está teniendo la lucha contra el coronavirus ha llevado al Gobierno a tomar diversas medidas para tratar de mantener el empleo y el tejido productivo, que se han tenido que ir ampliando o cambiando sobre la marcha. Las ayudas al alquiler o la implantación de una renta mínima ha sacado a relucir las diferencias entre los dos partidos que conforman el gobierno.

Desde Podemos aseguran que la resolución de esas discrepancias, que se afrontan en privado, se hacen a través de "debates sanos" y sin que trasciendan la gran mayoría de diferencias que se dan en el seno de la coalición.

La investigación a Juan Carlos I

La investigación al Rey Juan Carlos, por la construcción del AVE a La Meca, ha sido otro de los puntos visibles de la división de opiniones en el gobierno de coalición. Desde la formación morada, Pablo Echenique llegó a decir: "Nuestro grupo parlamentario va a explorar todas las vías judiciales pero también parlamentarias para llegar al fondo del asunto. No es soportable en un país moderno como España que la corona pueda ser una pantalla para enriquecerse y delinquir". A continuación la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tuvo que aclarar que la "justicia es igual para todos" y aseguró que el Gobierno "no va a intervenir".

La relación con Ciudadanos

Podemos no disimula su desagrado por las reuniones, encuentros y apoyos entre Ciudadanos y PSOE. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha dicho públicamente que el PSOE "mira a la derecha" citándose con Ciudadanos y ha pedido "cuidar el bloque de la investidura": "No es el Gobierno el que mira hacia la derecha para buscar acuerdos con Ciudadanos sino sólo una parte de él, la socialista"

A punto de que se inicie, el próximo jueves, el trámite parlamentario en el Congreso para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el gobierno mantiene su estrategia de negociar a varias bandas. Insiste en que su preferencia son los partidos que le dieron la investidura a Sánchez, pero los socialistas siguen apostando por negociar también con Ciudadanos y ampliar los apoyos aunque a Podemos no le guste.