El proyecto soberanista de Artur Mas sigue su curso

Las brechas en la política catalana siguen abiertas. La primera, en el partido que gobierna. Ayer el líder de Unió decía que la prioridad es la crisis y no la consulta soberanista. Hoy, Artur Mas cambia el orden. Asegura que el referéndum se realizará en esta legislatura. Pero a los socios de Esquerra no les llega y Oriol Junqueras, el presidente de los republicanos, plantea por primera vez que la consulta se haga este mismo año.

La segunda brecha está en el pacto CiU-ERC. Josep Antoni Duran i Lleida hablaba de un distanciamiento, algo en lo que Mas tampoco coincide. Cree que el acuerdo es estable, aunque tiende la mano a los socialistas. Sin embargo, Pere Navarro, el líder del PSC, no quiere ser segundo plato. Para el PP, la situación de Cataluña sólo tiene una salida, que CiU rompa con los republicanos y abandone sus planes independentistas, según Alicia Sánchez Camacho.

Y la tercera brecha es la que marca las distancias entre los gobiernos de Cataluña y España. Todos coinciden en que es necesario el diálogo. Ayer, el ministro José Manuel García-Margallo tendía la mano para negociar su ley de acción de la política exterior. Hoy, el portavoz de la Generalitat Francesc Homs advierte que ellos quieren su propia política exterior.