El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont ha asegurado en la ciudad belga de Waterloo que si el Gobierno de España finalmente paga la defensa jurídica de un ciudadano "particular" sentaría "un precedente gravísimo", en referencia al anuncio del Ejecutivo de que defenderá al juez del Tribunal Supremo que investiga el 'procés', Pablo Llarena, en relación con la demanda civil presentada en Bélgica por Puigdemont y los exconsejeros en ese país. "Sentaría un precedente gravísimo que el Estado español pagase la defensa jurídica de un ciudadano español, sea juez o no, que tiene una demanda particular en otra jurisdicción", ha dicho el expresidente catalán ante la prensa.
"En una primera decisión que me pareció correcta, el Gobierno español se inhibía, como no puede ser de otra manera, de comprometer recursos públicos en la defensa de un particular", ha precisado. Tras reunirse en un hotel de Waterloo con el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, Puigdemont ha afirmado que "hay cierta confusión sobre si (el Gobierno) ha contratado o no un despacho de abogados (en Bélgica) para defender a Llarena", tras la publicación de un comunicado de prensa por parte de Moncloa que, en su opinión, "no es claro". "Lo veremos el día 4 si es así o no", ha añadido el expresidente, fecha para la cual está prevista que el abogado de Llarena comparezca ante un juez de un tribunal de Bruselas tras la presentación de una demanda civil en Bélgica por parte de Puigdemont y de los exmiembros del gobierno catalán huídos de la Justicia española.
Paralelamente, Puigdemont dijo que hay partidos que "están flirteando con la violencia" y
quieren dar la imagen de "una confrontación social en Cataluña, incluso usando hechos y fotografías falsas" de presuntos altercados en torno a los lazos amarillos en la vía pública. Puigdemont no concretó a qué partidos se refería, si bien dijo que en ningún caso conseguirán con sus "provocaciones" que la sociedad catalana "se desvíe" del diálogo pacífico. "Que vayan con cuidado los partidos políticos que flirtean con la violencia", dijo Puigdemont.
El expresidente catalán, huido a Bélgica a finales de octubre pasado, consideró que existe "una ingeniería de confrontación" que está usando "todos sus recursos, hasta los mediáticos" e "intoxicando con hechos y fotografías falsas" para crear una "fractura" en Cataluña. "Pero la sociedad catalana no va a caer en provocaciones", añadió Puigdemont, quien dijo que ve el espacio público "como un espacio de debate y diálogo", en referencia a la colocación de lazos amarillos y otros símbolos independentistas.