El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha comprometido hoy a cumplir su promesa de convocar un "referéndum legal y vinculante" en 2017 y ha garantizado que aplicará el resultado "sin dilaciones ni excusas". En su primer discurso de Fin de Año como presidente de la Generalitat, Puigdemont ha asegurado que el año que viene será "clave para el futuro" de Cataluña, porque los catalanes "decidirán libremente" si quieren o no la independencia.
Y lo harán, ha dicho, a través de un "referéndum legal y vinculante: Legal porque se convocará de acuerdo con el mandato de las leyes, y vinculante porque el resultado que decidáis vosotros, ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, será el que el Govern y el Parlament deberá aplicar sin dilaciones ni excusas".
Precisamente ayer, Junts pel Sí y la CUP anunciaron un acuerdo en torno a la ley de transitoriedad jurídica, la más importante de las llamadas leyes de "desconexión", con la que pretenden dar cobertura legal a un referéndum aunque el Estado no lo avale y dotar de un marco legal propio a una eventual "República" catalana.
Pese a que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha recalcado que no piensa autorizar "ningún referéndum que suponga liquidar la soberanía y la igualdad" de los españoles, Puigdemont ha dado en todo momento por hecho que en 2017 los catalanes serán llamados a las urnas para pronunciarse sobre la independencia.
"Cataluña se ha ganado su reconocimiento como nación en el marco de una Europa"
Ni a él ni a su Govern, ha asegurado Puigdemont, les faltará "valentía y coraje" para "cumplir fielmente" el mandato "surgido de las elecciones del 27 de septiembre de 2015", en las que Junts pel Sí se presentó con el compromiso de llevar Cataluña "de la post-autonomía a la pre-independencia". Puigdemont, que el próximo 10 de enero cumplirá un año al frente de la Generalitat, ha hecho referencia a la cumbre soberanista del pasado viernes en el Parlament, en la que independentistas y fuerzas de la izquierda alternativa se comprometieron a iniciar una campaña nacional e internacional por un referéndum acordado con el Estado.
El Govern, según Puigdemont, "ha hecho del diálogo su instrumento para trabajar desde el primer día, tanto con la oposición en el Parlament como con el Gobierno del Estado". Pese a haber "tejido consensos amplios en Cataluña en torno al referéndum", ha señalado el presidente catalán, "aún no hemos recibido respuesta a la mano tendida para pactarlo" con el Gobierno de Mariano Rajoy. "Continuaremos teniendo la mano tendida siempre, pero desde el compromiso y la fidelidad a nuestros principios", ha añadido el presidente catalán, que ha subrayado que los catalanes "quieren y tienen el derecho a decidir".
Para Puigdemont, "Cataluña se ha ganado su reconocimiento como nación en el marco de una Europa que queremos más unida, más segura y más democrática". Más allá del contencioso político con el Estado, Puigdemont se ha referido al "mundo lleno de incertidumbres" que se vislumbra para el próximo año, "con déficit importantes en cuanto a la paz, la seguridad y los derechos humanos".
"El ascenso de los populismos, la persecución de libertades fundamentales en democracia, como la libertad de expresión, la persistencia de los conflictos armados y las crisis humanitarias que se deriven continúan siendo asignaturas pendientes que ha humanidad debe afrontar", ha señalado.
Puigdemont ha remarcado que 2016 "ha sido el mejor año en crecimiento económico y creación de empleo desde el inicio de la crisis" y las previsiones para el próximo año "también son buenas", lo que "permitirá recuperar los niveles de antes de la crisis". "Las instituciones catalanas y europeas hemos de afrontar decididamente las políticas que permitan garantizar el bienestar de todos los ciudadanos, porque nadie puede quedarse atrás", ha apostillado.