El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha especificado este lunes que el referéndum que tiene previsto convocar este año en Cataluña se celebraría "entre finales de verano y principios de otoño", descartando así la posibilidad de adelantarlo a antes del periodo estival.
En la galería gótica del Palau de la Generalitat y flanqueado por el vicepresidente Oriol Junqueras y el conseller de Exteriores, Raül Romeva, Puigdemont ha comparecido tras la sentencia contra el expresident Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau, condenados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a ser inhabilitados de cargo público por haber desobedecido con la consulta del 9N de 2014.
Preguntado en inglés sobre si la sentencia cambia su hoja de ruta independentista, Puigdemont ha afirmado que "nada ha cambiado" y el "compromiso es claro": celebrar un referéndum "el próximo septiembre", aunque justo a continuación ha matizado, entre sonrisas de él y sus consellers, que la cita tendrá lugar "entre finales de verano y principios de otoño". Una afirmación que ha reiterado justo después, en castellano: "Voy a ser claro. Los ciudadanos de Cataluña van a votar en referéndum".
El compromiso es claro, y el referéndum se va a celebrar entre finales de verano o principios de otoño". Las palabras del presidente catalán descartan así la posibilidad de adelantar el referéndum a junio, como habían barajado hasta hace unas semanas algunos de los protagonistas del proceso soberanista en caso de que en esta primavera se precipitaran las inhabilitaciones de cargos independentistas señalados por la justicia.
La proximidad de los domingos 10 y 17 de septiembre con la Diada de Cataluña, del día 11, los convierte en días improbables para la celebración del referéndum.
El compromiso del Govern es convocar un referéndum "como muy tarde" en la segunda quincena de septiembre, por lo que el calendario ofrece como fechas posibles el día 24 (fiesta en Barcelona) o, ya en el límite, el domingo siguiente, 1 de octubre, lo que coincidiría con el plazo de "principios de otoño" apuntado este lunes por Puigdemont.