El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha llegado a Shanghái para iniciar su primer viaje oficial a China con la intención de "sembrar el terreno" para un notable impulso de unas relaciones económicas y comerciales bilaterales que España considera que aún tienen un gran potencial.
Rajoy y los miembros de la delegación que le acompañan en este viaje han sido recibidos en el aeropuerto de Shanghái por el embajador español en China, Manuel Valencia, y varias autoridades del país asiático.
La agenda oficial no comenzará hasta mañana, cuando Rajoy presidirá un acto con empresarios chinos y españoles antes de reunirse con el alcalde de Shanghái, Yang Xion.
Al término de esa cita se trasladará a Pekín, donde se entrevistará con el primer ministro chino, Li Kequiang, y, al día siguiente, con el presidente del país, Xi Jinping.
Rajoy expondrá la evolución de la situación económica de España y una serie de datos concretos que, a su juicio, evidencian los frutos de las reformas que se han ido poniendo en marcha en la presente legislatura.
El presidente del Gobierno pone de manifiesto que España es un país en el que se puede confiar e invertir y en el que China tiene un enorme potencial de desarrollo.
El comercio de España con China padece un déficit crónico que en el año 2013 fue de 13.420 millones de euros. De enero a mayo pasados, las exportaciones a China alcanzaron los 1.691 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 7.442 millones.
Numerosas empresas españolas han invertido en China en una variedad de sectores. Entre ellas se encuentran Telefónica, La Caixa, BBVA, Banco Santander, Indra, Inditex, Cepsa, Seat, Roca, Grupo Mondragón, Grupo Antolín o Gamesa.
En 2013 se registraron 200 millones de euros de inversión bruta española en China, que superaron ligeramente los 193 del año anterior pero se quedaron muy lejos de los 1.243 de 2011. Respecto a la inversión china en España, el año pasado fue de 10,4 millones, frente a los 30,5 de 2012 y los 55 de 2011. Unas cifras que, para el Gobierno, son la demostración de que existe todavía un gran potencial y de que la visita de Rajoy puede facilitar su impulso.
Entre los sectores más interesantes para el comercio bilateral se encuentran los bienes industriales, bienes agroalimentarios, bienes de lujo, energías renovables, franquicias y distribución comercial, servicios y turismo.
La reunión de Rajoy y el primer ministro chino será el marco en el que ambos países y varias empresas españolas y chinas firmarán una serie de acuerdos.
El Gobierno español considera que esos acuerdos son una prueba de la relevancia que China otorga a la visita de Rajoy, que según ha dicho el viceministro de Exteriores de este país Wanh Chao, supone un gran acontecimiento con el que Pekín espera una ampliación de la cooperación.
Rajoy se reunirá también Zhang Dejiang, presidente de la Asamblea de la República Popular, y presidirá un acto cultural en el Instituto Cervantes de la capital de este país asiático.
Analizará igualmente en sus reuniones con las máximas autoridades chinas diversas cuestiones de la política internacional y cómo incrementar la colaboración entre los dos países en América Latina, una región de creciente interés para el país asiático.
De igual forma, defenderá la candidatura de España para ser elegida el próximo mes como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el bienio 2015-2016.