El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, viajará este viernes a Barcelona para presidir la Junta Directiva regional del Partido Popular catalán y arropar a los cargos de su formación en un momento complicado por el desafío secesionista, según fuentes del partido.
Precisamente esa cita se produce pocas horas después del arranque de la campaña de los independentistas a favor del referéndum y que tiene su primer acto esta noche en la antigua plaza de toros de Tarragona, con la presencia de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y las principales entidades soberanistas.
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha avisado al Govern, las entidades y los partidos independentistas que podrían incurrir en un "delito" si celebran ese acto en Tarragona. Y el PP, por su parte, descarta que vaya a haber campaña por el 1-O. "Hoy no empieza ninguna campaña en Cataluña. No hay un referéndum legal", ha afirmado rotundo el vicesecretario de Autonomías, Javier Arenas.
Fuentes de la dirección nacional del partido han admitido que el jefe del Ejecutivo aprovechará esa reunión para dar un mensaje de apoyo a los cargos del PPC, en un momento en que lo "están pasando mal" por el desafío secesionista y los pasos que están dando los independentistas con la convocatoria del referéndum y la aprobación de la llamada ley de desconexión.
Se prevé que Rajoy en su intervención insista en que no se va a celebrar un referéndum "ilegal" y que su Gobierno cumplirá con su "obligación" de cumplir y hacer cumplir la ley, igual que están haciendo los jueces, la Fiscalía y el Tribunal Constitucional.
De hecho, esa visita se produce después de que el Tribunal Constitucional admitiera a trámite los cuatro recursos presentados por el Gobierno y acordara suspender la ley del referéndum y su convocatoria para el 1 de octubre, así como apercibir a más de mil cargos públicos catalanes de su deber de "impedir o paralizar cualquier iniciativa" que ignore la suspensión acordada.
El mismo tribunal de garantías ha suspendido también la llamada ley de ruptura --que regula un régimen transitorio hasta la aprobación de una eventual Constitución de la República catalana-- y ha vuelto a apercibir al Gobierno catalán, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, los miembros de la Mesa y la Sindicatura Electoral.
