La votación por la que el Congreso de los Diputados rechazaba la investidura de Pedro Sánchez se producía después de un convulso día de idas y venidas entre el PSOE y Unidas Podemos, que no han logrado llegar a un acuerdo de Gobierno.
Durante la tercera sesión del debate de investidura, Pedro Sánchez culpaba a Pablo Iglesias de que el acuerdo no llegar a buen puerto mientras que el líder de Unidas Podemos reprochaba al socialista que le hubiera humillado y que hubiera engañado a los españoles filtrando un documento falso.
Aunque todo apuntaba a que Pedro Sánchez podría conseguir los apoyos suficientes para ser investido presidente del Gobierno, las tensiones con Unidas Podemos han acabado por dinamitar el acuerdo y la formación liderada por Pablo Iglesias ha optado por la abstención, como ya lo hizo en la primera votación.
Por su parte, el grupo parlamentario ERC ha optado por mantener el sentido de su voto y ha vuelto a abstenerse como ya hizo hace dos días.
De este modo, se abren nuevos plazos que tendrá que seguir ahora Pedro Sánchez, que tiene hasta el 23 de septiembre para lograr una alternativa viable y presentarse de nuevo a la investidura.
En caso de que no logre se nombrado presidente, según el artículo 99.5 de la Constitución, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso. Así, España volvería a unas elecciones generales el próximo diez de noviembre.
