El rey Juan Carlos I ha presentado este miércoles una declaración tributaria "sin requerimiento previo" de la que ha resultado una deuda, ya satisfecha, por importe de 678.393,72 euros, incluyendo intereses y recargos.
Según el comunicado emitido por el abogado del rey emérito, Javier Sánchez-Junco, se añade que en cualquier caso don Juan Carlos continúa, "como siempre ha estado", a disposición del Ministerio Fiscal "para cualquier trámite o actuación que considere oportunos". El rey Juan Carlos ha querido adelantarse al pago y hacerlo antes de que se abriera una causa judicial contra él.
Tras conocer la noticia, la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo ha asegurado que se trata de "una actuación de carácter personal". Por su parte, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo recordó que don Juan Carlos "tiene las mismas obligaciones que cualquier otro ciudadano". Más críticos han sido desde Unidas Podemos, que hablan de "vergüenza internacional".
El pasado domingo se conocía que el rey emérito Juan Carlos I tenía intención regularizar su situación fiscal ante la Agencia Tributaria. Esta declaración, según publicaba el diario El País, no está relacionada con bienes en el extranjero, sino con el uso por parte del rey emérito, sus hijas y sus nietos Froilán y Victoria Federica de tarjetas bancarias con fondos opacos de un empresario mexicano que está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo. Estas tarjetas se habrían usado tras la abdicación y por tanto, cuando don Juan Carlos ya no tenía inviolabilidad.
Desde el Gobierno creen que no debe vincularse a Felipe VI con esta situación y que "la institución está perfectamente representada".
Esta decisión se toma cuatro meses después de la salida de España del rey Juan Carlos I hacia Emiratos Árabes Unidos. En la última semana, el diario La Razón ha informado de que el rey emérito tenía intención de volver a nuestro país por Navidad pero la Casa Real no se ha pronunciado al respecto. Don Juan Carlos tiene otras dos causas pendientes: la del AVE a la Meca y la de los supuestos paraísos fiscales.
