El Rey Juan Carlos ha regresado a España tras pasar el fin de semana en Arabia Saudí, donde ha dejado entre las autoridades del país un clima muy favorable para que las empresas españolas puedan seguir accediendo a los millonarios contratos para obras de infraestructuras y energía que licitan los saudíes.
Para ello ha contado con el apoyo de un grupo de treinta empresarios y tres ministros Pedro Morenés (Defensa), Ana Pastor (Fomento) y José Manuel Soria (Industria, Energía y Comercio), quienes mantuvieron encuentros bilaterales con sus colegas del país para contribuir a este buen entendimiento. Antes de regresar a Madrid en un avión de la Fuerza Aérea Española, el monarca se reunió con un grupo de más de 80 directivos de empresas españolas asentadas en Arabia Saudí, a quienes les pidió que, aunque sean competencia, trabajen todos juntos para ganarse la confianza de los saudíes "porque en la cultura árabe la confianza es todo", relataron fuentes españolas.
Los empresarios le explicaron que sería conveniente abrir un Instituto Cervantes para garantizar la educación de sus hijos y le expusieron los problemas a la hora de lograr visados para sus familiares, algo que el Monarca trasladó después al ministro saudí de Asuntos Exteriores, el príncipe Saud al Faisal bin Abdulaliz. En palabras del ministro Morenés, la presencia del Rey sirvió para "hacer más sólidas si cabe las relaciones" y "abrirnos determinadas puertas", como la entrevista que él mismo ha ma con el príncipe heredero y ministro de Defensa, Salman bin Abdelaziz, para abordar diversas posibilidades de colaboración.
En este sentido, destacó la posibilidad de que la empresa española URO pueda atender las necesidades de nuevos vehículos militares que tiene Arabia Saudí, y reseñó también otros ámbitos como transferencia de tecnología, sector naval y aéreo, con aviones que les pueden interesar y formación conjunta de pilotos.
Fuentes de la delegación española consideraron cumplidos los objetivos de este viaje, la quinta visita a un país del Golfo Pérsico que emprende Juan Carlos I en poco más de un mes, siempre con el objetivo de apoyar y acompañar a las firmas españolas, grandes y pequeñas, que están buscando mercados en el exterior. La última jornada de Juan Carlos I en el país sirvió también para la firma de un acuerdo entre España y Arabia Saudí sobre seguridad. Y el ministro Soria anunció la celebración en otoño, ya en España, de una primera comisión mixta hispano-saudí.
Su propósito es avanzar en la posibilidad de que España opte a participar en contratos para la construcción de centrales nucleares y equipamientos de energías renovables por un importe conjunto de 230.000 millones de dólares y también que Arabia Saudí conozca aquellos sectores en los que puede invertir en España. Apenas tres días estuvo el jefe del Estado en Yeda, ya que llegó el pasado sábado por la tarde, pero en este tiempo mantuvo encuentros del máximo nivel, con el príncipe heredero, Salman bin Abdelaliz al Saud, o el viceheredero, Moqren bin Abdelaliz al Saud, al que Juan Carlos I aseguró nada más conocerle en el Palacio Rey Faisal que se sentía en Arabia Saudí "como en casa".