El Rey don Juan Carlos viaja a Rabat, para una visita de cuatro días de duración con la que retoma su agenda internacional tras su última intervención quirúrgica y que desde Casa Real se califica de "importantísima" y cargada de "gestos" que simbolizan el buen momento por el que atraviesan las relaciones bilaterales.
Entre ellos, está la excepcionalidad de que este martes se incorporan a la delegación española nueve exministros de Asuntos Exteriores socialistas y 'populares', con los que viajarán también cuatro miembros del Gabinete de Mariano Rajoy.
Don Juan Carlos ha llegado este lunes al aeropuerto de Rabat-Salé, acompañado por el jefe de la diplomacia, José Manuel García-Margallo. El monarca se ha desplazado en un avión Falcon de la Fuerza Aérea Española, cuyos siete peldaños de escalerilla ha bajado sin ayuda de las muletas que utiliza para caminar dentro del proceso de recuperación de su intervención quirúrgica en la espalda.
El rey Mohamed VI le ha recibido a pie de pista, acompañado de su hijo, el príncipe heredero Mulay Hassan, y de su hermano, Mulay Rachid. Juan Carlos I ha saludado al rey de Marruecos con dos besos, al igual que al príncipe heredero y al hermano del Rey. Los dos monarcas han intercambiado unas palabras en francés.
Posteriormente recibieron honores y pasaron revista a una unidad de la Guardia Real Marroquí formada ante la alfombra roja extendida desde la terminal hasta el avión. Allí esperaban las principales autoridades del país, encabezadas por el primer ministro, Abdelilah Benkirán, los presidentes de las dos cámaras legislativas, los titulares de Exteriores, Interior, Justicia, Transporte e Industria, así como otras autoridades civiles y militares y representantes diplomáticos.
Ya en el edificio del aeropuerto, al que el Rey avanzó apoyándose en sus dos muletas, se les ha hecho el tradicional ofrecimiento de bienvenida con leche y dátiles, convenientemente rechazado debido a que la visita tiene lugar en Ramadán. Los dos monarcas salieron del aeropuerto juntos, en el mismo vehículo oficial, engalanado con las banderas de ambos países, rumbo al Palacio Real de Huéspedes, residencia de Juan Carlos I durante su estancia en el país vecino.
Todo el recorrido entre el aeropuerto y la capital estaba engalanado con las banderas de los dos países, y en algunos enclaves había ciudadanos que aclamaron el paso de la comitiva bajo pancartas escritas en español que daban la bienvenida al rey de España. La primera reunión de don Juan Carlos y Mohamed VI consistirá en una cena privada en el Palacio Dar Essalam.
La visita tiene como objetivo profundizar las relaciones bilaterales entre los dos países, que atraviesan un buen momento y que se desea que sigan avanzando en los ámbitos económico, social y cultural. En esta tarea, la "especial relación" que une a las monarquías española y alauí es un "valor" añadido.
Prueba de esta sintonía es la fecha elegida para esta visita, en plena celebración del mes santo musulmán del Ramadán. Según explican desde Zarzuela, fue Mohamed VI quien expresó su voluntad porque tuviera lugar en estos días, un hecho de "alto valor político" y simbólico que supone una "deferencia especial hacia España".
La visita iba a realizarse el pasado mes de marzo, pero la intervención quirúrgica a la que se sometió el Rey en la espalda obligó a retrasarla. Desde que comenzó su recuperación, el monarca expresó su deseo de retomar este viaje cuando los médicos lo estimasen posible y finalmente será cuatro meses y medio después.
El monarca continúa con su rehabilitación y, de hecho, se someterá a sesiones diarias con su equipo médico en Marruecos. No obstante, se ha considerado que su recuperación, que va cumpliendo los plazos que se marcaron, permite este desplazamiento, su primer viaje internacional desde su visita a India del pasado mes de octubre.