Según fuentes cercanas a Rubalcaba, don Juan Carlos y el secretario general de los socialistas han repasado la situación general del país, sobre todo la difícil coyuntura económica actual.
Rubalcaba ha reiterado al rey su intención de poner en práctica una oposición útil, dispuesta a acordar con el gobierno políticas contra la crisis, siempre que éstas vayan en beneficio de los ciudadanos y no se hagan a costa de recortes en el Estado del Bienestar o servicios sociales.
"Nadie podrá decir que no sabía dónde me metía", admite el líder del PSOE
En materia internacional, también han hablado de la complicada situación económica que vive la UE y especialmente Grecia, además de otros temas de actualidad, como el conflicto en Siria.
"Nadie podrá decir que no sabía dónde me metía", ha comentado Rubalcaba con los periodistas, en tono distendido, mientras esperaba a don Juan Carlos en el salón de audiencias de la Zarzuela, tras reconocer que no ha descansado "nada" desde que concluyó el Congreso de Sevilla y bromear sobre esta circunstancia: "lo malo es que, si me echo en la cama, igual no me levanto".
Los informadores presentes en la sala han aprovechado la breve espera para felicitar al recién elegido líder del PSOE y una periodista ha argumentado que, cuando tantos le dan la enhorabuena, será porque tiene mucho poder, una reflexión ante la que ha precisado, también con una sonrisa: "Poder... o mérito".
Nada más entrar en el salón de audiencias, el rey ha comentado igualmente sonriente la circunstancia poco habitual de que los periodistas conversaran con el invitado, le ha dado la enhorabuena mientras le estrechaba cordialmente la mano y, antes de reunirse a puerta cerrada, ambos han posado juntos para los medios gráficos, entre bromas sobre el lugar que debía ocupar cada uno en la imagen.
En el Congreso de Sevilla, la candidatura de Rubalcaba a la Secretaría General del PSOE venció a la de Carme Chacón por 22 votos, con 487 sufragios a favor del exvicepresidente del Gobierno frente a los 465 que apoyaron a la exministra de Defensa, además de dos votos en blanco y uno nulo.
Tras la elección, en su primera intervención como líder del PSOE, garantizó que no piensa pasar factura a nadie por sus posiciones durante el Congreso Federal y se comprometió a ser el secretario general de todos los socialistas, para lo que reclamó unidad en torno a su proyecto.