La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, defenderá en Berlín, en un acto junto a la canciller alemana, Angela Merkel, la agenda reformista que está aplicando el Gobierno y sus demandas ante el trascendental Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio.
Sáenz de Santamaría ha sido invitada por Merkel a clausurar junto a ella y al primer ministro holandés, Frank Rutte, el congreso del Consejo Económico del partido de la canciller, la Unión Cristianodemócrata. Un congreso que será inaugurado por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y en el que participarán destacados representantes del ámbito económico y financiero.
La vicepresidenta tendrá una intervención que se presenta con el epígrafe "Agenda española para las reformas, el crecimiento y la confianza", y, en ese contexto, expondrá la serie de medidas que ha llevado a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy desde el inicio de legislatura para intentar superar la crisis económica.
Una agenda que tanto la vicepresidenta, como Rajoy y el resto de ministros insisten en considerar buena para los intereses de España y en que está dando ya frutos perceptibles y generando confianza en la economía española. Previsiblemente, hará referencia a la reforma de las administraciones públicas que el Gobierno va a empezar a poner en marcha de forma inmediata tras el informe realizada por la comisión creada al efecto y que fue asumido el pasado viernes por el Consejo de Ministros.
Pero, según han informado fuentes del Gobierno, Sáenz de Santamaría aprovechará para destacar la importancia de la próxima cumbre de líderes europeos en Bruselas y para defender las cuestiones sobre las que el Gobierno considera que deberían adoptarse allí decisiones urgentes.
Es el caso de medidas en favor del empleo juvenil, como utilizar ya el fondo de 6.000 millones de euros previstos para ese fin en el próximo presupuesto europeo. También aboga el Ejecutivo por facilitar el crédito a las pequeñas y medianas empresas mediante una decidida actuación del Banco Europeo de Inversiones con iniciativas como triplicar (de 10.000 a 30.000 millones de euros) su volumen anual de financiación. De igual forma, el Gobierno pretende que el Consejo Europeo impulse la unión bancaria aprobada hace ahora un año.
