Material sanitario

San Chin Choon: "Yo fijé el precio y las comisiones"

El empresario malasio da la cara por primera vez, dice que la operación de compraventa de material sanitario, que incluía comisiones de 7 millones de euros, fue legal y confirma que sigue en contacto con Alberto Luceño.

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Es una de las piezas claves de la polémica compraventa de material sanitario en la Comunidad de Madrid durante la pandemia... Y ha dado la cara por primera vez. El empresario malasio San Chin Choon ha concedido una entrevista a la agencia EFE en la que insiste en su voluntad de colaborar con los tribunales para aclarar los detalles relacionados con la compra de mascarillas, test y guantes; una operación que les reportó casi 7 millones de euros en comisiones y por la que ahora se investigan tres posibles delitos de estafa, falsedad y blanqueo.

San Chin Choon confirma que sigue en contacto con Alberto Luceño, uno de los investigados en el caso: "Normalmente hablamos por Whatsapp pero es un asunto delicado. La gente se piensa que estamos conchabados. Por eso ahora hablamos menos". El empresario dice que conoció a Luceño en 2018 en China, a través de un contacto de Singapur, y que aún hoy siguen negociando sobre futuras operaciones: "Estamos hablando sobre importar aceite de soja de Brasil a China".

San Chin Choon

"Ya he explicado todo a la Policía"

"Yo fijé el precio y también las comisiones", explica sobre la compraventa de material sanitario. ¿Eran demasiado altas esas comisiones? Él lo niega: "normalmente, en tiempos de pandemia, hay comisiones altas". Hasta ahí todos los detalles que aporta, ni uno más. "Ya he explicado todo a la Policía", asegura, mostrando su DNI y el carné de conducir para demostrar que su identidad es real. "En Malasia soy un hombre famoso", negando así los rumores de los últimos meses que ponían en duda su existencia.

San Chin Choon

"¿Por qué tengo que ir a España? Si voy, parece que he hecho algo malo"

San Chin Choon asegura que ha colaborado con la Justicia española, respondiendo a las preguntas a través de las fuerzas de seguridad malasias, aunque las autoridades no tienen constancia de que hayan llegado. En este sentido, a la pregunta de por qué no acude a España a prestar declaración, se defiende: “Puedo ir a la Embajada, no tengo problema, pero ¿por qué tengo que ir a España? Si voy, parece que he hecho algo malo”.

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