Apenas dos semanas después de su contundente victoria en las primarias, Pedro Sánchez ha cerrado una primera ronda de contactos con los líderes territoriales del PSOE, incluidos los que impulsaron su caída el pasado octubre y con los que ha empezado a recomponer sus destruidas relaciones políticas.
Tras meses de guerra interna e incomunicación, Sánchez ha vuelto a conversar en los últimos días con los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y Aragón, Javier Lambán, que le han garantizado que apoyarán la ejecutiva que proponga. También ha hablado con el asturiano Javier Fernández, con quien se reunió el pasado lunes en Ferraz en su calidad de presidente de la gestora.
No lo ha hecho, sin embargo, desde la noche del 21 de mayo, con la que fuera su principal rival en las primarias, Susana Díaz, según fuentes cercanas al secretario general y del PSOE andaluz. La idea del Estado plurinacional que Sánchez quiere sacar adelante en el congreso de junio de la mano del PSC es en este momento el principal escollo con casi todos ellos. Estos consideran que esa posición, que implica cambiar el artículo 2 de la Constitución, está fuera de la Declaración de Granada y que ésta "no debe tocarse", si bien el Congreso Federal puede hacerlo. A este respecto, fuentes del PSOE andaluz subrayan que sus delegados defenderán el documento de Granada, pero aseguran que su lema en el 39 Congreso Federal del 17 y 18 de junio es "ruido cero" y, en la medida de los posible, pasar "desapercibidos".
Díaz, como ha repetido en los últimos días hasta la saciedad, ha decidido "centrarse" en Andalucía y no tiene intención de confrontar con la nueva dirección federal. En una línea más combativa se sitúan Lambán y Page, partidario este último de "no tragar con ruedas de molino" en la cuestión de la plurinacionalidad. Lambán, que habló con Sánchez el miércoles y que el mismo domingo de las primarias le trasladó su "total lealtad", ya apuntó ayer que había que plantear este "importante" debate "con la serenidad y el análisis necesario".
El extremeño Fernández Vara, por su parte, mantiene su postura de que no se pueden otorgar privilegios a unas regiones sobre otras. Vara, que recuperó la pasada semana el contacto con Pedro Sánchez en el marco de una conversación que ha calificado de "bastante agradable", no solo trasladó al reelegido líder del partido que apoyará la ejecutiva que proponga, sino que se puso a su disposición para "construir un proyecto ganador, alternativo y capaz de dirigir los destinos de este país en un futuro".
El valenciano Ximo Puig, al que Sánchez llamó tres días después de las primarias en respuesta a su mensaje de felicitación, asegura también que la conversación entre ambos fue "absolutamente cordial" y transcurrió "en muy buen tono". Defensor a ultranza del federalismo, Puig sitúa la idea de la plurinacionalidad en el puro "nominalismo", mientras desde el PSPV señalan que la postura la manifestarán los delegados en el congreso, que tienen autonomía. En sintonía con el planteamiento plurinacional de Sánchez se sitúan la presidenta balear, Francina Armengol, y la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia. La primera habló con él poco después de su triunfo, al que contribuyó con su apoyo tras pedir la retirada de la candidatura de Patxi López.
Los isleños llevarán al congreso una enmienda en la que se aboga por "federalizar" España, "nación de naciones", y reformar la Carta Magna para encontrar "un encaje federal para Cataluña, encaje que permita reconocer el carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüe de España". También los socialistas vascos comparten la idea de la plurinacionalidad del Estado y siempre han defendido que Euskadi es una "nación", pero desde la perspectiva "cultural", no política, por lo que no admite las tesis nacionalistas sobre el derecho de autodeterminación ni la formación de un Estado propio.
Muestra de la prioridad que dará Sánchez en el congreso a este debate es la reunión monográfica que mantuvo el lunes con el líder del PSC, Miquel Iceta, sobre Cataluña, donde el líder del PSOE resultó elegido en las primarias con un apoyo superior al 80%.