El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha avanzado que España ha recibido esta semana un millón de test rápidos basados en anticuerpos, que tienen una sensibilidad del 80 por ciento cuando el paciente lleva siete o más días infectado, y del 64 por ciento cuando acaban de iniciar los síntomas. Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso por la crisis del coronavirus, Illa ha detallado que los test rápidos se están utilizando como "complemento" a las pruebas PCR, que pese a ser más lentas y conllevar más recursos sanitarios, siguen siendo la primera opción, porque son "más fiables", según los análisis del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Al respecto, Illa ha agregado que el Gobierno "está trabajando con intensidad y rigor para que España tenga las mejores pruebas diagnósticas". En este punto, ha recordado que en nuestro país se realizan entre 15.000 y 20.000 pruebas diarias, lo que sitúa a España "entre los países que más hacen por día". Illa ha reiterado que la mejor estrategia es "hacer el máximo número de test posibles a las personas que tengan síntomas".
Sobre esto, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, que dio positivo en coronavirus y que se encuentra en su casa haciendo videoconferencia con los miembros del comité técnico del seguimiento del coronavirus, ha señalado que los test obtenidos esta semana "no son perfectos".
Para qué sirven los test rápidos y las PCR
"Los test rápidos son un complemento adecuado a las PCR en acciones de cribado en entornos como hospitales y residencias de mayores. Es el uso que se les va a dar después de abordarlo conjuntamente con las comunidades autónomas, en base a las informaciones del Instituto de Salud Carlos III", ha afirmado el ministro. De acuerdo con sus cifras, el ISCIII ha analizado "más de 70" test rápidos comercializados para evaluar cuáles son los más convenientes, de los que el Gobierno ha seleccionado una decena que cumple los requisitos europeos. Illa ha precisado que cuando los test rápidos dan negativo es necesario realizar una PCR, debido a que las pruebas de laboratorio son más efectivas en la detección. En el caso de positivo, sus resultados se pueden tomar con certeza, según el ministro. Así, ha resaltado que la realización de estos test, en sustitución de las PCR en algunos casos, podrían aumentar en un 40 o 60 por ciento la capacidad diaria de realizar las pruebas de laboratorio. Otro uso que se está estudiando en los test rápidos es usarlos para comprobar qué personas han adquirido después de 21 días una inmunidad al virus, con el objetivo de estimar qué porcentaje de la población española podría estar inmunizada frente al Covid-19. Esta cuestión se está estudiando por expertos del Centro Nacional de Microbiología y del ISCIII, junto con los responsables del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Sus resultados determinarían la evolución en la retirada de las medidas de confinamiento y distanciamiento social.
Sobre las PCR, ha detallado que el ISCIII ha homologado desde enero a cuatro empresas para producirlas, y que se está colaborando con otras tres más para obtener la certificación y hacer en territorio nacional estos productos, de forma que se tienda hacia el autoabastecimiento. "Se ha homologado a muchos hospitales y centros para que puedan hacer estas PCR. Todas las CCAA pueden hacerlas, tenemos una gran capilaridad", ha agregado. El problema, sin embargo, son los kit de extracción, según Illa: "Estamos trabajando en varias vías con empresas nacionales para conseguir la fabricación de estos kit para el aumento de las PCR diarias". El ministro ha anunciado que se han adquirido cuatro robots que permitirían saltar este procedimiento de extracción, haciendo posible que se aumentara mucho la capacidad de realizar PCR. Estos robots estarán operativos "en un horizonte de diez a quince días", ha precisado. De la misma forma, ha expuesto que se está trabajando con dos empresas para fabricar kits de extracción en España. "Si fructifican estas gestiones, estaríamos en condiciones de multiplicar por mucho las PCR diarias", ha asegurado, añadiendo que el Instituto de Salud Carlos III está estudiando un procedimiento para evitar la extracción mediante calentamiento, aunque aún se está evaluando su calidad.
Illa ha vuelto a defender la compra del primer pack de test rápidos que España tuvo que devolver a una empresa china por no cumplir con la sensibilidad requerida por las autoridades. "No hay ninguna voluntad de ocultación. No ha habido negligencia, se hizo una comprobación exquisita para ir con las máximas garantías. No era un producto de mala calidad, pero no se adecuaba a lo que necesitamos. Un producto con una sensibilidad inferior al 60 por ciento no nos sirve. No ha habido engaño de ningún proveedor al Gobierno. Si hubiera habido alguna anormalidad, el Gobierno hubiera actuado, no tenga ninguna duda", ha comentado tras ser preguntado por el resto de miembros de la Comisión.
Esperando la homologación
El ministro ha anunciado que Seat y la compañía Hersill, con sede en Móstoles (Madrid), producirán 400 equipos de respiración invasiva al día para aumentar su disponibilidad en la atención a pacientes graves ingresados por coronavirus. Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso por la crisis del coronavirus, Illa ha detallado que Hersill va a comenzar a producir "mañana" hasta cien respiradores invasivos diarios, gracias a un contrato del Ministerio de Sanidad que recoge la fabricación de 5.000 equipos en las próximas semanas. Por su parte, Seat producirá 300 unidades diarias. La compañía está pendiente de recibir la certificación de estos equipos por parte de las autoridades sanitarias en relación a la seguridad eléctrica y a los test electromagnéticos, de forma que se garantice la calidad del producto, según ha afirmado Illa.
El polémico reparto
Por otra parte, el ministro ha detallado que el Gobierno ha distribuido a las comunidades autónomas hasta la fecha un total de 16.554.815 mascarillas, 16.330.000 guantes de nitrilo, 92.624 batas desechables, 93.938 buzos, 135.191 gafas de protección, 142.200 soluciones hidroalcohólicas y 480.331 materiales como calzas, cubregorros y otros. Además, el ministro ha avanzado que "en los próximos días" se entregará a las autonomías "otras importantes partidas". Illa ha recordado que la compra centralizada impulsada por el Gobierno viene a "reforzar" los procesos de compra de las CCAA, aumentar la capacidad de producción nacional y ha abordar la "necesidad acuciante" de protección de sanitarios y población general. Por otra parte, ha defendido que los ministerios de Sanidad e Industria están trabajando para "aumentar la capacidad de producción nacional" de estos materiales en España, de forma que se disponga de "una reserva estratégica de productos claves". Así, se ha impulsado la reorientación de las actividades de sectores "afines" hacia la producción de estos materiales, así como el parque tecnológico para desarrollar todas las capacidades, según ha concluido Illa.