El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha retado a las voces críticas que pueda haber en su partido con la resolución independentista pactada con la CUP a hacerse oír el lunes en la reunión del comité ejecutivo de la formación.
En declaraciones a una emisora de radio, Rull ha rechazado pronunciarse sobre las discrepancias manifestadas por varios consejeros en la reunión del pasado martes del Gobierno de Cataluña y ha recalcado que "cuando se expresen estas opiniones, legítimas, allí donde toca, hablaremos a fondo".
"Si las hay, hay que ponerlas encima de la mesa", ha afirmado Rull, que ha recordado que el lunes se reunirá el comité ejecutivo de CDC, un marco en el que "puede haber aproximaciones diferentes", aunque él sostiene que la resolución pactada con la CUP está hecha desde la "solidez, la seriedad, el rigor, la confianza en la democracia, la legitimidad, la seguridad jurídica y el diálogo".
"Esto que estamos haciendo es algo tan grande que es evidente que puede haber gente que no se sienta confortable con lo que hacemos. Tenemos dos opciones: la resignación o mirarlos de convencer, y tenemos argumentos para convencerlos", ha asegurado.
Rull asegura que "es absolutamente legítimo" que haya sectores de CDC que piensen diferente, pero "la inmensa mayoría del partido" está al lado de los planteamientos de la cúpula convergente.
Sobre la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, a la cual la CUP sigue resistiéndose a prestar su apoyo, Rull ha dejado claro que CDC no renunciará a "los activos más importantes", de manera que Mas debe ser el "presidente del gobierno de transición nacional" en los próximos 18 meses.
"Sería absurdo que renunciásemos a estos activos", ha señalado Rull, que ha razonado que forzar a Mas a renunciar podría apartar del proceso a "mucha gente que ha hecho el paso hacia la independencia" y así "se reduciría el espacio del soberanismo".
Si Mas no es investido presidente, ha advertido, "los ciudadanos de Cataluña volverán a hacer de árbitros" en unas elecciones, pero este es un escenario que "no deseamos y no se producirá".
Tras la ronda de encuentros del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) para preparar una respuesta al independentismo, Rull ha lamentado que no se haya invitado a Mas a la Moncloa.
"Si fuese un presidente europeo serio, la primera reunión que habría convocado habría sido con el presidente de Cataluña", ha subrayado Rull, que ha destacado que este comportamiento de Rajoy denota debilidad: "Los líderes fuertes serios pactan. Los débiles, imponen, y el Estado español es débil, impone el 'no' a las urnas porque le da miedo perder".