Investigación

Trabajo inicia una macroinspección en las 'Big Four' para controlar las jornadas laborales de los empleados

Deloitte, PwC, EY y KPMG recibieron la visita de los inspectores de forma simultánea a finales de noviembre.

Sectores con mayor demanda de empleo

Trabajo inicia una macroinspección en las 'Big Four’ por sus jornadas laborales Pixabay

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El pasado mes de noviembre las 'Big Four' fueron sorprendidas por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. El organismo dependiente del Ministerio que coordina Yolanda Díaz puso su foco en Deloitte, PwC, EY y KPMG para revisar el control de las jornadas laborales de los empleados, que en algunos casos superan las 80 horas semanales.

No es la primera vez que el sector tiene que hacer frente a este tipo de situaciones. Durante el pasado año sindicatos como CCOO y UGT organizaron varias huelgas para denunciar las extenuantes jornadas de trabajo dentro del sector de la consultoría.

Desde ambos sindicatos exigieron a la patronal alcanzar un acuerdo más flexible y condiciones dignas para la plantilla. "Ya va siendo hora de trasladar el conflicto a las 'Big Four' y que empiecen a soportar el peso de su responsabilidad en el mismo. Les va a tocar escuchar lo que opinan de sus propuestas de convenio quienes les generan miles de millones en beneficios cada año. Si lo que necesitan es cubrir más horas de trabajo diario para cumplir objetivos con los clientes ¿Por qué no contratan gente? Hablamos de empresas que obtienen cantidades ingentes de beneficios, que nos lo expliquen porque no lo entendemos", reivindicaron entonces las organizaciones.

Acabar con la "pobreza del tiempo"

El ministerio de Trabajo se ha marcado el objetivo de llevar a cabo una ley para regular los tiempos del trabajo en beneficio de una mayor conciliación. La intención de Díaz es que la futura norma pueda ser la base de un "pacto" común "para racionalizar el tiempo".

"Hasta ahora, la jornada siempre se ha visto como un instrumento en manos de las empresas; el trabajador era una variable inexistente en el uso de la jornada, que era un instrumento solo para las empresas. Eso es lo primero que hay que desterrar para mejorar la calidad de vida de los trabajadores. El liberalismo y sus reformas han creado a un trabajador a llamada, un señor que iba a trabajar solo cuando era productivo y sin apenas tiempos muertos. No puede haber un trabajo a llamada que elimine la capacidad de los cuidados, del tiempo de ocio, etc", subrayan desde el Ministerio.

En la misma línea la vicepresidenta segunda se ha mostrado contundente y ha reiterado la necesidad de "abordar de una vez por todas la reducción de la jornada laboral, de una manera que nos permita conciliar la vida personal con la vida del trabajo" porque "hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar".

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