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CASO DE LOS ERE

UGT usó facturas falsas para financiarse

La actual dirección de UGT Andalucía no quiere hablar de facturas falsas para financiar el sindicato. Esperará a conocer los últimos datos de la guardia civil sobre los métodos de financiación ilegal que al parecer utilizaban. No solo usaban facturas ficticias. Tenían más métodos para derivar al sindicato el dinero de los cursos para parados.

Según la guardia civil,  UGT Andalucía defraudaba el dinero de las subvenciones por dos vías: por un lado ingresaban, en el llamado "bote"  las comisiones que se les cobraba a los proveedores. Por otro lado exigían  a empresas amigas facturas ficticias para justificar los gastos ante la Junta de Andalucía.

Así defraudaron cientos de millones que iban a parar a la  organización sindical. Dinero con el que se pagaban sobresueldos a los dirigentes, congresos, viajes y regalos.

La Guardia Civil señala al exsecretario general de UGT,  Manuel Pastrana como el cabecilla  de la trama de corrupción. Durante 15 años dirigió  UGT Andalucía. Le llamaban "el jefe". Cobraba 3000 euros al mes, además de dietas,  casa pagada por el sindicato, coche oficial y tarjeta visa. Según la investigación, él y todo su equipo crearon la red fraudulenta.

El brazo ejecutor era presuntamente Federico Fresneda, el tesorero. Disponía de un sistema informático  para controlar las facturas falsas y la doble contabilidad del sindicato.

Manuel Pastrana abandonó la secretaria general, y dejó en el cargo a su mano derecha,   Francisco Martínez. Tras estallar el escándalo, y después de negar los hechos durante meses, Martínez dimitió.

Él, junto a una decena de dirigentes sindicales están imputados por  malversación de fondos públicos.

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