El rey emérito don Juan Carlos ha remitido una carta a su hijo el rey Felipe VI en la que anuncia su intención de abandonar España. Lo hará, explica, en los próximos días y lo hace con la voluntad de que las polémicas que se han desatado en los últimos meses sobre sus negocios personales no afecten al reinado.
No obstante, ha comunicado que esa decisión depende del ministerio fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna.
La presión periodística y judicial
La presión sobre el rey se ha incrementado sobre todo en el último mes y medio. Día tras día han aparecido informaciones sobre sus cuentas en el extranjero y sus donaciones de millones de euros a su ex amiga Corinna Larsen.
La Fiscalía del Tribunal Supremo asumió a primeros de junio a investigación contra el rey Juan Carlos por la construcción del AVE a La Meca para "delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos" y recientemente se había reforzado el grupo de fiscales que tenían que investigar el caso.
El Supremo se ha hecho cargo de las diligencias que mantenía abiertas Anticorrupción por las comisiones irregulares cobradas en la construcción de la línea de ferrocarril de alta velocidad, el llamado 'AVE del desierto' que une las ciudades de Medina y La Meca, en Arabia Saudí.
Según detalla la nota, la investigación se centra en "delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos que ocurren con posterioridad al mes de junio de 2014, momento en que el Rey Emérito dejó de estar protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al Jefe del Estado".
Una grabación hecha de forma subrepticia por el comisario Villarejo, se sitúa en el origen de la investigación a Don Juan Carlos. Su antigua amiga, Corina Larsen, afirmaba que había obtenido 80 millones por hacer de intermediario para que las obras del AVE a La Meca se adjudicaran a un consorcio de empresas españolas.
Pero esta adjudicación se hizo en 2011, cuando el Rey era inviolable, y el caso se archivó en la Audiencia Nacional. No obstante, lo que sí podía ser delictivo sería el movimiento posterior del dinero si es que se hizo después de que el rey abdicara en junio de 2014.
La Fiscalía anticorrupción comenzó a investigar posibles delitos en las transacciones internacionales, blanqueo de capitales y delito fiscal.
Felipe VI renuncia a la herencia
El paso 15 de marzo, el Rey Felipe VI toma la decisión de renunciar a la herencia de don Juan Carlos para preservar la ejemplaridad de la corona. En un comunicado de la Casa Real se informa que, además, se retira a Don Juan Carlos la asignación que le otorgan los presupuestos del estado, casi 200.000 euros.
Con la llegada al trono en junio de 2014, tras la abdicación de su padre, Felipe VI ha tomado una serie de medidas encaminadas a garantizar la ejemplaridad y transparencia de la institución monárquica, para sacarla de la crisis institucional en que la estaba sumida.
El rey se alejaba así de los supuestos negocios de Don Juan Carlos en el extranjero, con dos fundaciones investigadas judicialmente en Suiza. Sobre una de ellas, dice don Felipe, que desconoce por completo su supuesta designación. Y de la otra explica las gestiones que ha realizado -durante un año- para desvincularse.
Investigación
Desde el comunicado de renuncia a la herencia, Felipe VI no ha vuelto a referirse a la situación de su padre. Algunos sectores criticaron que no lo mencionara en el discurso que pronunció tres días después sobre la crisis sanitaria del coronavirus. Desde el entorno de la Casa Real se ha justificado en que la atención debía ponerse en la lucha contra el virus y que el comunicado había sido lo suficientemente contundente, por lo que no daba pie a añadir más sobre un asunto que está en manos de la Justicia.
PSOE y PP han unido fuerzas para rechazar que se abra una comisión de investigación en el Congreso para esclarecer los negocios de Juan Carlos I, pero el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, no ha ocultado su preocupación por el impacto internacional que están generando las informaciones publicadas.
La postura del Gobierno
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha reiterado en varias ocasiones en los últimos días que el ejecutivo no iba a adoptar ninguna medida en relación con el rey Juan Carlos, aunque siempre ha puntualizado que "celebra las medidas pasadas y futuras" que Felipe VI pueda impulsar para garantizar la ejemplaridad en la Corona.
Desde el gobierno se han limitado a señalar que corresponde al rey la decisión de adoptar nuevas medidas ante las informaciones sobre los presuntos negocios ocultos de su padre.
Según la portavoz del ejecutivo, la línea de actuación en favor de la transparencia y la rendición de cuentas emprendida por Felipe VI desde que arrancó su reinado ha sido "ajustada y adecuada" y ha reiterado que le corresponde a él decidir qué nuevos pasos da. "Cualquier avance que se pueda producir o no en esa materia le corresponde a la Casa Real. No es el Gobierno el que tiene que tomar decisiones en esa cuestión, sino que le corresponde a la Casa Real", ha planteado.
Más de seis meses sin aparecer juntos
Con Felipe VI, la última vez en la que aparecieron juntos fue el 10 de enero en el entierro de Pilar de Borbón, la hermana mayor de don Juan Carlos y a la que estaba muy unido. El anterior jefe del Estado conserva su condición de miembro de la Familia Real, pero ya sin la remuneración que le concedía su hijo cada año de la partida del Estado -en 2019 fue de 194.232 euros- y sin la secretaría que tenía antes en el Palacio de la Zarzuela. Tras su retirada de todo acto institucional, don Juan Carlos ha centrado su tiempo, principalmente, en encuentros privados con amigos, como fue el caso de la boda del tenista Rafael Nadal en Mallorca, y en acudir a eventos deportivos.