Se cumple una semana desde que se diera a conocer la sentencia a los acusados del 'procés' y, desde ese día, se han producido múltiples protestas y manifestaciones en Cataluña. Cataluña ha vivido este domingo una nueva jornada de protestas y movilizaciones en la que, por primera vez en siete días, no se han registrado enfrentamientos entre manifestantes y policía.
El independentismo ha convocado numerosos actos de protesta en ciudades como Barcelona, Sabadell, Mataró, Lleida o Girona, aunque todos ellos se han desarrollado de forma pacífica y sin incidentes destacados.
La calma, pues, ha vuelto a las calles de Cataluña, y especialmente de Barcelona, escenario de los principales altercados, después de una semana de disturbios que han dejado unos 600 heridos, entre ellos un policía muy grave y cuatro manifestantes que han perdido un ojo, 28 encarcelados y daños por más de 2,5 millones de euros.
En Barcelona, unas 2.700 personas según la Guardia Urbana, han secundado esta tarde la convocatoria de 'Pícnic per la República' y han arrojado bolsas de basura, en su mayoría rellenas de papel, en el perímetro de seguridad de la sede en Barcelona de Delegación del Gobierno, para simular que este edificio es un "vertedero".
Concluido este acto, varios centenares de manifestantes han decidido marchar de forma improvisada hasta la Via Laietana y concentrarse en un tono festivo y reivindicativo frente a la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.
También ha habido concentraciones de apoyo a los manifestantes detenidos esta semana en poblaciones como Lleida o Girona, mientras que en Sabadell (Barcelona) el independentismo ha organizado una jornada de conciertos y actividades lúdicas en la que han participado, entre otros, los cantantes Gerard Quintana y Cesc Freixas.
Las protestas contra la sentencia del 'procés' arrancaron el pasado lunes con la ocupación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde a última hora del día se produjeron los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policía. Los días posteriores, las protestas se trasladaron al centro de la ciudad de Barcelona, donde grupos violentos sembraron el caos varias noches consecutivas con la quema de centenares de barricadas y buscando el cuerpo a cuerpo con la policía.
Aunque el domingo aún se produjeron algunas cargas policiales, la tensión fue ya a menos y Barcelona ha vivido la primera jornada de protestas sin incidentes.
