Victoria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Ferrusola, ha admitido que no denunció las presuntas irregularidades del primogénito del expresidente catalán por "miedo", y ha avisado que próximamente tendrá pruebas que demuestren que "presuntamente" la herencia de los Pujol procede de Banca Catalana. En su comparecencia en la comisión de investigación creada a partir del caso Pujol en el Parlament, Álvarez ha relatado que "muchas veces subía y bajaba de Andorra" con su entonces pareja, Jordi Pujol Ferrusola, y que en una ocasión, en una viaje de Andorra a Madrid, descubrió una bolsa con 400.000 euros en el maletero de su coche.
"En un momento en un aparcamiento de Lleida, al abrir el maletero, vi una mochila que estaba medio abierta y él la acabó de abrir. Cuando le pregunté qué era, se rio. Eran billetes, después los conté porque no había visto tanto dinero en mi vida", ha explicado, insinuando que tiene sus "dudas" del origen del dinero. Pero, según ha dicho, posteriormente le dijo que "no volviera a hacerlo" estando con ella, porque "tendría la misma responsabilidad que él", a lo que Jordi Pujol Ferrusola le dijo: "No te preocupes, a mí nunca me pasa nada", ha recordado Álvarez, que ha añadido que más adelante, estando en Londres, oyó que Marta Ferrusola le decía a su hijo que "los 400.000 euros están donde deben estar".
Preguntada por qué no denunció entonces esas presuntas irregularidades, ha apuntado que lo hizo después de explicárselo a Alicia Sánchez-Camacho en la comida de La Camarga, ya que en el momento de ver los billetes ha dicho que no podía hacerlo porque tenía "mucho miedo". Un temor que ha justificado no solo porque su expareja era hijo de quien era, sino porque es una persona que "levanta la mano fácilmente", es "agresiva verbalmente y en la forma de ser" y "te controla cada paso que das". Pero una vez la policía acabó contactando con ella y pidieron que testificara contra el mayor de los Pujol, decidió denunciarlo finalmente, porque "podía tener un problema de colaboración con Jordi", además de que su hijo "se lo echó en cara" y le avisó de que "no podía echar la vista hacia otro lado".
"Asumo mi responsabilidad por no haberlo hecho antes, pero no estaba en condiciones", ha dicho en alusión a la relación sentimental con Pujol Ferrusola: "la gente de a pie tiene mucho miedo a denunciar". Además, "todo el mundo quería hacer negocios con esa familia, era síntoma de éxito", ha aseverado. "Pero a raíz de lo que ha ocurrido, estoy recibiendo muchas informaciones, hay gente que está perdiendo el miedo".
Álvarez ha agregado en este sentido que le están llegando informaciones sobre los Pujol que "pondrían los pelos como escarpias" y, ha avanzado, próximamente podrían llegarle "pruebas" de que el origen de la herencia de la familia Pujol "podría proceder de Banca Catalana", algo que el expresident y su familia niega. "Sé nombres -que no ha revelado- pero que se están investigando. La policía judicial y la UDEF tienen muchos datos e imagino que irán saliendo", ha pronosticado.
Sobre la información que le facilitó una colaboradora de Jordi Pujol Ferrusola en Argentina sobre los negocios de éste en Puerto del Rosario, Álvarez ha asegurado que "el peor error cometido en su vida" ha sido acudir a la Oficina Antifraude de Cataluña y que, posteriormente, esa información "acabó en las mesas de CiU". Por otro lado, ha explicado que Jordi Pujol hijo le confesó una vez que Felip Puig, actual conseller de Empresa de la Generalitat y anteriormente titular de Interior, es "el único amigo que tiene": "Me imaginan ir a los Mossos d'Esquadra cuando Puig era conseller (de Interior)? Me encierran en el manicomio", ha ironizado.