Los atentados de París en 2015 fueron definitivos para elevar el nivel de alerta en nuestro país al nivel 4 y ahí nos mantenemos. Esto supone una extrema vigilancia a sospechosos.
Las reformas del Código Penal han permitido 32 condenas de cárcel para yihadistas en año y medio. Pero aun así no se puede bajar la guardia porque la estrategia de los terroristas ha cambiado, al estar perdiendo la batalla en Siria.
La fiscal especial contra el yihadismo, Dolores Delgado, y el general Ballesteros, director del Instituto de Estudios Estratégicos, recuerdan en Espejo Público que Daesh ha lanzado mensajes para que sus seguidores actúen en sus zonas de origen, en Europa, o donde se encuentren.
Por eso el nivel cuatro contempla la protección reforzada de infraestructuras estratégicas como centrales nucleares, aeropuertos y sistemas informáticos. La presencia de policía en las calles ha aumentado, sobre todo en la celebración de grandes eventos. Controles, cacheos e inspecciones, pero lo más efectivo, según los expertos es la seguridad, es lo que no se ve, las labores de inteligencia.
Las Fuerzas Armadas están prevenidas y se pondrían bajo la dirección del Ministerio del Interior en el caso de que es elevara el nivel a cicno, pero esto solo se aplicaría ante el riesgo conocido de un atentado inminente.