Ya han comenzado las restricciones a la movilidad en la ciudad de Ourense y en el municipio cercano de Barbadás.
La Xunta ha decidido adoptar esta de medida de confinamiento parcial ante el aumento de contagios en la ciudad en los últimos días, donde se han registrado 511 nuevos positivos, 70 de ellos en las últimas horas, "una bomba vírica" como lo ha calificado el Comité de médicos y científicos que asesora al gobierno gallego.
Estas nuevas restricciones de movimiento supone, como en otras localidades españolas, que sus vecinos no puedan salir ni entrar del municipio a menos que no sea por un motivo justificado como ir a trabajar, estudiar, al médico o a atender y cuidar a personas mayores y dependientes.
Se pide además a los habitantes que, en la medida de lo posible, restrinjan sus salidas de casa e intenten limitar también sus contactos sociales. Están prohibidas las reuniones entre no convivientes. Restaurantes y cafeterías sólo podrán atender a sus clientes en terrazas.
"Barbadás no es Ourense"
El municipio vecino de Barbadás también ha sido confinado pero el alcalde ya ha avanzado la posibilidad de recurrir el confinamiento perimetral, que también ha entrado en vigor esta madrugada. a partir de esta madrugada.
Xosé Carlos Valcárcel, ha asegurado que la localidad “no alcanza la ratio mínima marcada para tomar una medida tan drástica como es el confinamiento de la población”. Ha criticado que “si la Xunta hubiese adoptado hace semanas medidas más drásticas en Ourense, esta situación no se hubiera agravado tanto” y por ello valora la posibilidad de “recurrir” estas restricciones al entender que se pueden estar “limitando derechos fundamentales” sin tener “ningún soporte” de datos sanitarios.
“Barbadás no es Ourense”, ha zanjado el regidor. En la actualidad, el municipio de Barbadás contabiliza unos cuarenta casos positivos, una cifra que el alcalde ha considerado “inferior a la acordada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de ámbito estatal”.