Yolanda Díaz intenta mediar entre PSOE y Podemos para evitar la ruptura

El complicado equilibrio interno en Unidas Podemos sigue a prueba con la polémica en torno a la reforma de la ley del 'sólo sí es sí' y, sobre todo, por el papel que desempeña la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo como líder del espacio. El silencio de Yolanda Díaz durante las primeras semanas y su cautela más tarde, dando prioridad a la "discreción" en las negociaciones internas, contrasta directamente con la catarata de declaraciones del resto de líderes morados contra el PSOE y sus planes de reforma.

En ese sentido, las últimas palabras de la vicepresidenta segunda pueden interpretarse como un mensaje directo a sus compañeros de partido: “Sin ruido se trabaja muchísimo mejor. Sé muy bien que cuando se quiere llegar a un acuerdo conviene tener cierta discreción, calma y serenidad”. Aunque más tarde su equipo confirmó que Díaz se refería a los dos partidos, la idea no deja lugar a demasiadas dudas.

"Las formas son claves y, a veces, más importantes que el fondo"

La advertencia no es nueva. Díaz insiste en “cuidar” la coalición y evitar el ruido para que las desavenencias internas no trasciendan, especialmente ahora. Sin embargo, los problemas en el seno de Podemos y la existencia de su propia plataforma, con la que podría presentarse a las elecciones sin Podemos, llevan tiempo enrareciendo el ambiente. Además, no es la primera vez que la vicepresidenta segunda pide a sus compañeros de partido que bajen el tono. Y ha vuelto a ocurrir. “Las formas, en política, igual que en el derecho, son claves y, a veces, más importantes que el fondo. Acuerdo, acuerdo y acuerdo y, por supuesto, discreción, discreción y discreción. Ahí me van a encontrar siempre”.

El tira y afloja entre PSOE y Podemos por la reforma que ya está en marcha encuentra de nuevo a Yolanda Díaz en el punto central, sin posicionarse claramente por ningún bando, algo que muchos en su partido consideran que roza la equidistancia. Sin embargo, la figura de la vicepresidenta segunda y su influencia sobre los ministros morados mantiene de momento las aguas calmadas y sin riesgo de ruptura en el Gobierno, al menos no a corto plazo. En el horizonte más inmediato está el acuerdo entre los dos partidos para cambiar la ley del “sólo sí es sí” pero no sin complicaciones, pues esa posibilidad de pacto parece cada día más lejos. En Podemos y también en el espacio que representa Yolanda Díaz asumen que la capacidad negociadora y la actitud frente a los problemas con el PSOE no es la misma, dando por hecho que es el ministerio de Igualdad el que lidera la negociación.

Las elecciones, fecha clave

Los problemas de la coalición por esta reforma y las desavenencias internas en Podemos son ahora mucho más evidentes, especialmente conforme se acercan las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Una (o dos) rupturas, en el Gobierno y en Podemos, desatarían un terremoto de consecuencias impredecibles, de ahí los esfuerzos de Yolanda Díaz por mantenerse alejada de polémicas y tratar de contentar a ambas partes sin enfadarlas al mismo tiempo. Tampoco en el PSOE juegan con la idea de la ruptura de puentes aunque asumen que la reforma se hará con o sin su socio de gobierno. Sobre las palabras de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, acusando a los socialistas de ser una “fuerza conservadora”, la mayoría de líderes prefieren no echar gasolina al fuego y no atizar esa división.

"Sin ruido se trabaja muchísimo mejor"

Y mientras los partidos del Gobierno se alejan en el Congreso, el objetivo de Podemos pasa por mantener su unidad interna y tratar de alcanzar un acuerdo para que el espacio de izquierdas no salte por los aires. La posibilidad de que existan dos candidaturas diferentes en las elecciones generales complicaría las opciones de reeditar la coalición, de ahí que ambas partes trabajen desde hace semanas de manera discreta la mejor fórmula que haría posible la celebración de unas primarias; aún así, todo son interrogantes, con la duda sin resolver de si el entorno de la vicepresidenta segunda está dispuesto a dialogar sobre listas electorales.