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EL FEMINISMO ANTES DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978
Cristina Almeida: "A la Constitución le falta un toque de femenina elegancia que la habría hecho mucho más igualitaria"
Almeida recuerda cómo la mujer estaba sometida "a todo tipo de presiones del marido, el padre o de la sociedad". "Había un artículo que decía que las mujeres casadas necesitaban el consentimiento del marido para trabajar", explica.
Apasionada y luchadora infatigable, Cristina Almeida, que ahora está jubilada, ha pasado toda su vida luchando por los derechos de las mujeres. Recuerda cómo han sido los 40 años de lucha por hacer efectivo el derecho a la igualdad reconocido en la Constitución.
"Una mujer estaba sometida a todo tipo de presiones del marido, padre o de la sociedad. Había sanciones para todo. Había un artículo que decía que las mujeres casadas necesitaban el consentimiento del marido para trabajar, e incluso el marido tenía derecho a cobrar tu sueldo porque te representaba, te tenía que dar derecho para viajar...".
Almeida terminó sus estudios de Derecho en 1966, pero recuerda que no podía ser jueza porque las mujeres lo tenían prohibido.
Para ella, la equiparación de derechos de hombres y mujeres que la Constitución recoge en el artículo 14 no deja de ser "una declaración programática. Después del 6 de diciembre, decían: 'ya somos iguales', y decías 'pues yo no noto nada'. La igualdad jurídica no significa la igualdad real. No vale con decir 'la mujer tiene derecho al trabajo', ha de ser a un trabajo igual, a un salario igual, a una corresponsabilidad familiar igual. Todo eso que adorna lo que es el derecho lo hemos tenido que conseguir en la calle".
Considera que "la desigualdad era tan profunda, que no era una cuestión de artículos legales, sino de mentalidad". En su opinión, "la única discriminación que hay en la Constitución es el artículo 57, que aún se mantiene porque no se atreven a modificarla, y hoy aún en la Corona se prefiere al varón sobre la mujer".
Asimismo, cree que "a la Constitución le falta un toque de femenina elegancia que la habría hecho mucho más igualitaria".
Pese a la fuerte oposición de la cúpula de la Iglesia, el 7 de julio de 1981 las Cortes Generales aprobaron la Ley del divorcio. Mar Lloreda se divorció un mes después de que se aprobara esa ley y recuerda que en aquella época "era muy fuerte y no estaba bien visto".
Ella fue una de las primeras mujeres que obtuvo una sentencia de divorcio y quiso mantenerlo un poco en la sombra por lo que pudieran decir.
La actriz Victoria Vera recuerda cómo su representación en '¿Por qué corres, Ulises?', de Antonio Gala, fue un escándalo en la época, y todo por mostrar un pecho. Con la llegada de la libertad de expresión todo cambió radicalmente y España descubrió 'el destape'.
"De repente el cine descubrió que tenía un filón económico enorme al sacar chicas con el pecho al aire", recuerda la actriz. "Ahí se creó un negocio que obligó a muchas actrices a tener que hacer eso para poder sobrevivir".
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