La red social LinkedIn, dedicada a conectar a gente según sus perfiles profesionales, se ha disparado en su debut bursátil y, prácticamente, ha duplicado su valor.
Los agentes se arremolinaron en el parqué neoyorquino minutos después del inicio de las contrataciones en la Bolsa de Nueva York para hacerse con algunas de las 7,84 millones de acciones de LinkedIn que salieron al mercado. Esa avalancha por los títulos de la red social hizo que hacia el ecuador de la sesión en el parqué neoyorquino, donde comenzaron a cotizar como "LNKD", se disparasen un 146 %, al cambiarse a 110,7 dólares, lejos de los 45 dólares por acción a los que fijó su precio de salida.
Esa gran subida de las acciones valoró la compañía en unos 10.000 millones de dólares, lo que la equipara a la de Twitter, que ya generó en su momento estupor y miedo a una burbuja sobre las redes sociales. La expectación con la que los inversores de Wall Street dieron la bienvenida a esta Oferta Pública de Venta de acciones no era de extrañar.
La euforia por los títulos de la primera red social estadounidense en salir a Bolsa hizo que el precio de sus títulos pasara de una horquilla entre 32 y 35 dólares prevista inicialmente a entre 42 y 45 dólares diez días, lo que suponía otro 30% más. Wall Street no veía una subida tan pronunciada de la valoración de los títulos de una compañía desde 2000, justo cuando estalló la burbuja de las "puntocom", cuando empresas tecnológicas como Palm vieron cómo el precio de sus títulos pasaba de una valoración inicial de entre 14 a 16 dólares, a salir al parqué por 38. El destino que finalmente vivió esa compañía deja muy claro por qué los analistas temen ahora una nueva burbuja tecnológica: el año pasado Palm fue adquirida por el grupo informático Hewlett-Packard a 5,7 dólares por acción.
Pero los inversores no podían esconder su enorme interés por la salida a Bolsa de esta red social, que conecta a personas según sus perfiles profesionales y se ha convertido en una útil herramienta para encontrar trabajo, por lo que la recaudación de 352,8 millones de dólares de la OPV de LinkedIn se convertía en la mayor de una compañía de internet estadounidense desde 2004.
Ese año el gigante tecnológico Google comenzó a cotizar en el mercado Nasdaq con una exitosa salida a bolsa en la que obtuvo cerca de 1.670 millones de dólares. Lo más sorprendente del entusiasmo por esta red social es que por ahora ha tenido dificultades para lograr beneficios: desde que LinkedIn fuera creada en 2003 solo ha registrado leves ganancias de 15,4 millones de dólares el año pasado, mientras que en 2009 perdió 4 millones.
Así, la compañía está siendo valorada unas 670 veces por encima de sus ganancias de 2010. "Creo que estas plataformas sociales están aquí para quedarse. Los fundamentos de este grupo de compañías son muy diferentes de lo que vimos en los años 90 (durante la burbuja tecnológica)", dijo hoy el consejero delegado de esa red, Jeff Weiner, que celebró en el propio parqué la salida bursátil de su compañía con una copa de champán. "Al fin y al cabo lo importante no es el precio de las acciones hoy, es que continuemos ejecutando nuestro plan a largo plazo", afirmó el máximo responsable de la red social, que conecta a 100 millones de personas en todos los países del mundo.
Lo que está claro es que este caso sirve a los inversores para tener una noción de qué pasará cuando decidan salir al mercado los llamados cuatro gigantes de las redes sociales, Facebook, Twitter, Groupon y Zynga, cuyas valoraciones han subido como la espuma los últimos años hasta elevar la del gigante Facebook a 65.000 millones de dólares. Sin embargo, hasta ahora, la experiencia de las redes sociales en Wall Street ha sido amarga, ya que el llamado "Facebook de China", Renren, rondaba a esta hora los mismos 14 dólares a los que salió a Bolsa el pasado 4 de mayo, cuando también fue recibida con una expectación que disparó su acción un 28,64 %.