En cinco años, más de la mitad de los consumidores españoles abonarán sus compras con el teléfono móvil, al menos una vez a la semana. Serán cuatro veces más de los que lo hacen ahora.
Según un estudio realizado entre consumidores europeos, se utilizará, sobre todo, para compras de bajo importe hechas entre el lunes y el viernes, como la comida rápida, el café o el pan.
Extender este sistema implica un profundo cambio tecnológico y cultural en la sociedad. Aunque ya hay muchos establecimientos que aceptan esta forma de pago, aún hay otros tantos que deben adaptarse. Este sistema funciona desde julio en Estados Unidos e Inglaterra. Allí se puede utilizar en los transportes públicos.
Los usuarios se decantan por este sistema por su rapidez y su comodidad. Además, aseguran que es útil a la hora de ahorrar, porque todos los pagos quedan registrados y después se pueden consultar.
En España lo más adquirido a través de los smartphones son las aplicaciones, aunque los consumidores también compran electrónica, moda, comida para llevar y música.