Anders Breivik deberá esperar hasta 2012 para declarar por los ataques que cometió en la isla noruega. La justicia nórdica ha confirmado que será un proceso por cada uno de los hasta ahora 77 muertos de una tragedia colectiva.
El autor confeso del doble atentado noruego, perpetrado el viernes de la semana pasada, deberá responder ante la justicia por el asesinato de cada una de sus víctimas.
El fiscan general del caso Tor-Aksel Busch ha señalado que la instrucción del caso será compleja y que el trabajo de la justicia noruega es impedirle toda plataforma mediática ya que Breivik solicita que a su juicio puedan acudir los medios de comunicación.
El ultraderechista de 32 años que quiso "castigar" a la socialdemocracia por "importar masivamente musulmanes", quedará hasta entonces previsiblemente alejado de todo contacto con los medios, más allá de las declaraciones que haga su abogado, Geir Lippestad.
El fiscal de la Policía noruega, Christian Hatlo afirmó que se evalúa la posibilidad de "imputarle crímenes contra la humanidad", de este modo se elevaría a 30 años la pena máxima contemplada por la justicia en el país.
Imputarle crímenes contra la humanidad puede añadir aún más complejidad a un caso que, subrayó el fiscal Hatlo, ya que precisa una investigación extremadamente exhaustiva.
Hay muchas cuestiones abiertas y se está analizando minuciosamente los planes preparados por Breivik al parecer durante nueve años, así como en la materialización de su matanza.
La policía sigue peinando las aguas en torno a la isla de Utoya y el complejo gubernamental en busca de pruebas.
