Víctor Jara
50 años sin Víctor Jara, símbolo de la resistencia y la canción protesta
Victor Jara recibió 40 balazos de los militares de Pinochet tras ser torturado durante días. Pudieron quitarle la vida, pero nunca consiguieron que su legado fuera olvidado.
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¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda. Yo te enseñaré a cantar canciones chilenas hijo de puta!, le espetó uno de los militares de Pinochet al cantautor Víctor Jara.
Este sábado se cumplen 50 años de su brutal asesinato. Aunque a finales de agosto se conoció la sentencia de la Segunda Sala de la Corte Suprema chilena que condenó a 25 años de cárcel a los militares por secuestro calificado y homicidio calificado de Jara, dos de los siete militares se encuentran fugados.
El 11 de septiembre de 1973, Chile vio como caía derrocado el Gobierno de Salvador Allende de la mano del general Augusto Pinochet. Un golpe de estado que terminaría instaurando una sangrienta dictadura de la que el país no pudo librarse hasta la década de los 90.
Ese mismo día, Jara acudió a la Universidad Técnica del Estado (UTE) tras escuchar el llamamiento a los trabajadores del presidente Salvador Allende desde La Moneda. Estaba previsto que Allende convocara al país a un plebiscito para resolver el conflicto político.
La situación se fue tornando cada vez más tensa. Esa misma tarde, los militares bombardearon La Moneda y el presidente Allende terminó suicidándose. Horas más tarde, los militares tomaron la UTE y comunicaron al rector que ninguna de las personas que se encontraban allí podía abandonar el recinto. Al día siguiente la universidad fue desalojada y los militares derribaron el portón metálico de uno de los accesos a la Escuela de Artes y Oficios, donde se encontraba escondido Jara junto a otros compañeros.
Cientos de personas fueron obligadas a permanecer tumbadas, boca abajo y con las manos en la nuca mientras los militares registraban el recinto. Esa misma tarde se inició el traslado de los prisioneros de la UTE al Estadio Chile.
Los detenidos fueron golpeados y vejados durante todo el trayecto. Poco antes de entrar en el estadio, uno de los militares identificó a Jara. "Ese miserable me lo traen para acá", gritó. El militar comenzó a propinarle golpes y puntapiés por todo el cuerpo.
Jara fue trasladado a otra estancia donde fue golpeado y torturado durante días. Los militares casi le estallaron un ojo a golpes y le pisaron las manos hasta dejárselas completamente destruidas. Finalmente, le asesinaron disparando contra él 44 balas.
Estadio Nacional de Chile
El Estadio Nacional, hoy uno de los sitios de memoria más emblemáticos de la capital, fue el mayor centro de detención y tortura que existió en Chile durante la dictadura de Pinochet. La gradería de la escotilla 8, en cuyos bancos de madera se sentaban los prisioneros políticos, es uno de los espacios más impactantes del lugar. En su muro se puede leer: "Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro". Esta tarde la fila para sentarse en estas banquetas se extendía hacia la zona exterior del recinto.
Entre septiembre y noviembre de 1973, por el Estadio Nacional pasaron cerca de 20.000 prisioneros. Luego el espacio se cerró como centro de detención para jugar las eliminatorias del Mundial de 1974 contra la URSS, que renunció a disputar el partido en un lugar manchado por la tortura y represión.
El legado de Jara
A Victor Jara le arrancaron la vida, pero no lograron que sus canciones cayeran en el olvido. Fue un artista multifacético. Dirigió obras de teatro, estudió dramaturgia y es uno de los compositores más reconocidos de Hispanoamérica.
En 1969, publicó 'Pongo en tus manos abiertas', con la discográfica de las Juventudes Comunistas Chilenas, DICAP, que incluía canciones tan conocidas como 'Te recuerdo Amanda' y títulos como 'Preguntas por Puerto Montt' o 'A desalambrar'.
Jara no dejó de crear ni horas antes de ser asesinado. 'Estadio Chile','Somos Cinco Mil' o 'Canto que mal me sales' es el nombre común de un poema y canción no titulada y acreditada a Víctor Jara antes de ser asesinado.
Las cifras de la dictadura
La dictadura de Pinochet dejó un cruento balance con más de 200.000 exiliados, cerca de 30.000 víctimas de torturas y 3.065 muertas o desaparecidas, según reconoció un informe oficial del año 2011.
El nuevo gobierno podía perseguir y encarcelar a cualquier persona considerada peligrosa para el régimen, ya fueran miembros del Partido Comunista, intelectuales o estudiantes universitarios.
Con el paso de los años, la mayoría de la población empezó a reclamar una transición democrática. El 5 de octubre de 1988 se convocó un referéndum para decidir sobre la continuidad de Pinochet como presidente de la República. Ganó el 'No' y a finales de 1989 se convocaron elecciones a la presidencia.
El dictador falleció en el año 2006 en un hospital de Santiago, sin luto oficial en su memoria ni tampoco condenas a sus espaldas. En el caso de Pinochet no prosperó ninguna tentativa, pese a que sí llegó a ser detenido en Londres en 1998 por petición del juez español Baltasar Garzón.
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