Japón sufre el desastre natural más impactante de su historia (14-03-2011)

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EL IMPACTO DE LOS DESASTRES NATURALES AUMENTA CADA AÑO

60.000 fallecidos y 90 millones de afectados por los desastres climáticos en 2015

El informe señala que el 92% de las catástrofes naturales están relacionadas con el clima. Madrid y Andalucía son las dos comunidades autónomas que más han padecido en los últimos años con motivos de este suceso climático. La variabilidad de las precipitaciones afectará en las próximas décadas al suministro de agua dulce, amenazarán a la higiene y aumentarán el riesgo de enfermedades.

Los desastres climáticos afectaron a cerca de 90 millones de personas en 2015 y segaron la vida a más de 60.000 personas, según un estudio del Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente, que subraya el impacto de los desastres naturales en la salud mundial y analiza sus efectos a largo plazo.

Además, el informe señala que el 92% de las catástrofes naturales están relacionadas con el clima y que el aumento del nivel del mar y la mayor intensidad de los eventos meteorológicos influyen en la forma de vida. Así, añade que la variabilidad de las precipitaciones afectará en las próximas décadas al suministro de agua dulce, amenazarán a la higiene y aumentarán el riesgo de enfermedades como las diarreicas, que anualmente provocan 760.000 defunciones de menores de cinco años.

El documento 'Cambio climático y salud' a través del Observatorio de Salud y Medio Ambiente, pretende concienciar a la población acerca de esta realidad, con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, que se celebrará este viernes 14 de octubre.

El trabajo subraya que las temperaturas extremas son más peligrosas en invierno, ya que las olas de frío son "proporcionalmente más críticas" que las de calor. En España, cada día de ola de frío entre 2001 y 2009 produjo 3,5 defunciones mientras que por cada día de ola de calor fallecieron 2,9 personas.

De acuerdo con el estudio, las previsiones apuntan que en España aumentarán los extremos climáticos, de modo que aumentarán las temperaturas de forma generalizada, lo que supondría una reducción de entre el 10 y el 30% de la precipitación media anual y esto incrementará la duración e intensidad de las sequías a finales de siglo.

Por ámbito geográfico, Madrid y Andalucía son las dos comunidades autónomas que más han padecido en los últimos años con motivos de este suceso climático. En el lado contrario figura Navarra, la comunidad española más expuesta a los riesgos derivados de las altas temperaturas. El trabajo recuerda que 2015 ha sido el año más caluroso de la historia y las altas temperaturas afectaron a más de 1 millón de personas en todo el mundo, donde se registraron hasta 11 olas de calor.

Francia fue el país más afectado por las temperaturas extremas, ya que en el país galo fallecieron 3.275 personas. India y Pakistán, por su parte, acusaron especialmente estas oleadas, ya que perecieron respectivamente 2.248 y 1.229 individuos. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente en 2050 se producirán cerca de 120.000 muertes adicionales al año con motivo de las olas de calor.

La acción de los seres humanos sobre el planeta ha duplicado el número de olas de calor, y provocará un aumento de su intensidad y duración en los próximos años. Si no se toman medidas preventivas, el impacto económico alcanzará los 150.000 millones de euros.

Las inundaciones afectaron a 27,5 millones de personas en todo el mundo en 2015, cuando se registraron 152 episodios de inundaciones, motivados por la fusión acelerada de los glaciares, la subida del nivel del mar, la inadecuada planificación del territorio y el incremento de las precipitaciones extremas. Hasta 16,4 millones de personas padecieron este desastre natural en India, más de la mitad del total de población mundial afectada por inundaciones.

Otra de las consecuencias serán los incendios forestales, que limitarán las actividades industriales, la reducción de la capacidad agrícola y ganadera, los cambios en el hábitat y los ecosistemas y las restricciones de agua son algunos de los efectos más significativos derivados de las sequías.

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