Acabar con la guerra en Siria, una prioridad para la comunidad internacional

Siria es el escenario perfecto para que los grupos terroristas expandan su poder. La situación que se vive en el país desde hace cinco años es insostenible, ya que los conflictos políticos empeoran el panorama. El presidente del Gobierno, Bashar al Asad, no cede ante las peticiones de los demás actores políticos y la oposición no consigue quitarle del poder.

Ante esta situación, los grupos terroristas Al Qaeda con su frente Al Nusra y Estado Islámico han entrado en Siria y tratan de dominar el país.

El líder de ISIS, Al Baghdadi, proclamó la creación de un califato en Siria e Irak, donde domina ciudades, bases militares y yacimientos petrolíferos. De esta manera, consigue riqueza para financiar los atentados y lanzar una campaña de propaganda que ha impactado a todo el mundo, no sólo por la crudeza de las decapitaciones, sino también por el número de occidentales que viajan a Siria para luchar con ellos.

Ante esta situación, la comunidad internacional trata de frenar el baño de sangre. Por ello, en Viena, los principales líderes políticos han marcado una hoja de ruta cuyo objetivo es acabar con la ola de sangre.

Este plan auspiciado por la ONU y en el que incluso participan Rusia y Estados Unidos se realizará en varias fases:

- El próximo 1 de enero, se ha fijado como fecha límite para que el Gobierno y la oposición sirios se sienten a negociar.

- En julio del próximo año, se formará un Gobierno de transición que represente a toda la sociedad siria y que redacte una nueva Constitución.

- Un año más tarde, se convocará unas elecciones libres supervisadas por la ONU.