Los bultos en el cuello del hombre

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EN Missouri

Acude al médico tras detectarse bultos en el cuello y le diagnostican una enfermedad rara contraída por una infección de su gato

Los análisis de sangre revelaron que estaba luchando contra la rara enfermedad de tularemia, también conocida como fiebre de los conejos. Se cree que el hombre contrajo la enfermedad de su gato, que murió dos días antes de que empezara a sentirse mal.

Un hombre de Missouri ha desarrollado unos misteriosos forúnculos en su cuello después de contraer una infección potencialmente mortal de su gato. El hombre, de 68 años, acudió a su médico de cabecera después de soportar dolorosas hinchazones en el lado derecho del cuello durante dos meses.

Los análisis de sangre revelaron que estaba luchando contra la rara enfermedad de tularemia, también conocida como fiebre de los conejos, que puede causar una neumonía mortal en hasta el 60% de los casos. Se cree que el hombre contrajo la enfermedad de su gato, que murió dos días antes de que empezara a sentirse mal.

La tularemia puede afectar tanto a los humanos como a los animales si comen carne poco cocinada de un animal infectado, generalmente conejos. El contacto piel con piel con una mascota infectada también puede diseminar la afección.

Según publica Daily Mail, después de recibir tratamiento con antibióticos durante un mes, el paciente se ha recuperado por completo.

Aunque el hombre había estado luchando contra las dolorosas inflamaciones que empeoraron gradualmente durante dos meses, solo acudió a su médico de cabecera después de pasar una semana con fiebre. Los análisis de sangre revelaron que estaba infectado con la bacteria Francisella tularensis, pero que por lo demás estaba sano, según el informe del caso publicado en The New England Journal of Medicine.

Le diagnosticaron tularemia glandular, que se da cuando los ganglios linfáticos de una persona se hinchan en el sitio donde la bacteria ingresa a su cuerpo. Cuando se le preguntó al hombre si había ocurrido algo inusual en el período previo a su enfermedad, contó a los médicos que su gato había muerto de leucemia felina días antes.

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