Sucesos
Acude al médico por un dolor de garganta y descubre que padece cáncer de amígdalas
La británica Lisa Gooddy, de 51 años, descubrió que padecía cáncer de amígdalas debido a un dolor de garganta por el que realmente acudió al médico.
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Los dolores de garganta suelen ser frecuentes en muchas personas, y más aún cuando es invierno. Resfriados, gripes o dolencias menores suelen ser las causas más habituales. Sin embargo, esto no es lo que le ocurrió a Lisa Gooddy, una británica de 51 años, que descubrió que parecía cáncer tras ir al médico por un dolor de garganta.
La sorpresa no fue pequeña cuando el doctor, tras una radioterapia, le confesó a Gooddy que su dolor no era una dolencia menor, sino un cáncer de amígdalas. El diagnóstico llegó en 2020 tras varias consultas al médico debido a una mancha blanca en su amígdala en 2019.
Al crecer con dolores de garganta crónicos, Gooddy no era ajena a los síntomas que experimentaba, pero tras aparecer la mancha, al preguntarle a su médico de cabecera, no lo descartó como un cálculo en la amígdala. “Solía sufrir mucho con la garganta y las amígdalas, así que fui al médico hace mucho tiempo, unos 12 meses antes [del diagnóstico] y les dije que tenía problemas con la garganta”, relató Gooddy a Kennedy News.
Tras numerosas sospechas de que su dolencia podría ser tratada con antibióticos, la paciente acudió a un especialista. En lugar de una infección fácilmente tratable, los médicos encontraron en 2020 un cáncer de amígdalas en etapa dos. El claro indicio del cáncer fueron sus ganglios linfáticos agrandados, que eran "masivos".
Así fue su proceso
“Creo que tuve problemas durante tanto tiempo que no fue una sorpresa porque sabía que algo andaba mal”. Gooddy. quien es madre de tres hijos, tuvo que soportar quimioterapia y radiación, lo que provocó que la piel de su cuello se inflamara y le doliera.
La radioterapia “destruyó” sus glándulas salivales, causándole sequedad en la boca, afectando así a su habla y a su capacidad para comer correctamente. De hecho, ni siquiera podía lamer un sobre. “Uno de los efectos secundarios conocidos realmente horribles del tratamiento es que no tienes glándulas salivales y tienes la boca seca constantemente”, aclaró. “Tener la boca seca todo el tiempo es realmente horrible. Afecta su habla, capacidad para comer o hablar", añadió.
Tras estos síntomas, llevaba una bebida a todos lados y seguía una dieta bastante restrictiva: “Pedí brócoli en un restaurante pero estaba al dente, y como tenía hambre me lo tragué, pero no podía respirar, así que mi marido tuvo que hacerme la maniobra de Heimlich porque se me había quedado atascado en la garganta”. Gooddy ha perdido alrededor de 19 kilos debido al cáncer y los tratamientos. “Creo que lo más difícil es decírselo a la gente y a tu familia", afirmó a Kennedy News.
Ahora, tras el enorme sacrificio hecho desde principios de 2021, Gooddy está sana. Desde que consiguió el alta en junio de 2022, le ha apasionado crear conciencia sobre la salud de la boca, la lengua y la garganta.
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