Australia
Un adolescente, al borde de la muerte por la mordedura de un pulpo
El joven no se dio cuenta de que había sido mordido hasta que le mostró el caparazón a su sobrina.
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Un adolescente australiano casi muere por un pulpo escondido en una concha que había recolectado. Fue mordido por un pulpo venenoso de anillos azules. Estaba oculto en un caparazón que sacó del océano para mostrárselo a su sobrina. Ha ocurrido en Australia.
El protagonista de esta historia se llama Jacob Eggington, de 18 años. Se encontraba nadando y buscando conchas marinas en Shoalwater Beach en Perth cuando el pulpo, que transporta un veneno particularmente mortal, lo mordió y casi lo mata. El joven no se dio cuenta de que había sido mordido hasta que le mostró el caparazón a su sobrina.
De repente su sobrina vio el pulpo y se desató el caos. "Tan pronto como vio el pulpo, gritó muy fuerte. Agarré al bebé", exclamó su hermano al medio '7 News Perth'. "Ese es uno de los pensamientos más traumáticos de lo que podría haber sucedido", aseveró.
Un pulpo mortífero
El pulpo, según comentan los presentes, no era muy grande. Era del tamaño de la palma de una mano. Cuando el joven inspeccionó su cuerpo, halló una picadura indolora. Eso fue lo que le salvó la vida ya que acudió de inmediato a buscar ayuda médica.
Estos pulpos de anillos azules tienen una toxina mortal que no tiene cura. El personal sanitario tardó unas seis horas en estabilizar al adolescente de 18 años. Un mordisco de una de estas criaturas marinas puede matar a alguien en 30 minutos. Las playas de Perth suelen albergar este tipo de animales.
Según el 'New York Post', los expertos recomiendan a los bañistas evitar el agua sin zapatos de arrecife y estar siempre alerta, ya que los pulpos son buenas camuflándose. El pulpo usa su veneno para matar a sus presas y alimentarse.
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