Reino Unido
La agonía de una joven de 27 años: le diagnostican un esguince de rodilla, pero realmente tiene cáncer
Su dolor en la rodilla izquierda era insoportable, pero los médicos no observaron nada preocupante al inicio.
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Con tan solo 27 años, Ellie Downes recibió una desagradable noticia. Según cuenta Daily Mail, el dolor en la pierna de Downes era "insoportable". Los médicos le confirmaron que se trataba de una pequeña lesión muscular, pero finalmente se descubrió que padecía cáncer.
La joven británica, una oficial de policía, había desarrollado un tumor de 10 centímetros. El primer síntoma fue cuando comenzó a sentir dolor en la rodilla izquierda por primera vez en octubre de 2020. Fue al mes siguiente cuando acudió un par de veces al médico. Este le aseguró que se trataba de un esguince que mejoraría con el tiempo, pero no fue así.
Le recomendaron fisioterapia, pero su dolor no mejoraba. Tras su insistencia, los médicos le hicieron más controles. En una exploración se supo que tenía un osteosarcoma, un tipo de cáncer que afecta a los huesos.
Un final feliz
Después de someterse a una cirugía y de meses de quimioterapia, Downes está libre de cáncer. Ha pedido controles más exhaustivos para que casos como el de ella no pasen desapercibidos inicialmente. Los resultados del osteosarcoma mostraron que tenía un tumor de 10 centímetros creciendo en su tibia, el segundo hueso más largo del cuerpo. Pero ahí no terminó todo. Apenas dos meses después de terminar el tratamiento, una exploración reveló que tenía cáncer en los pulmones y había desarrollado dos tumores de osteosarcoma más.
Según Daily Mail, alrededor de 160 personas en el Reino Unido y 1.000 en los EEUU son diagnosticadas con cáncer cada año. Entre los síntomas más comunes se encuentran dolores de huesos y articulaciones, fácil aparición de hematomas y fracturas y huesos rotos, causados por el debilitamiento del hueso debido a un tumor.
Las sensaciones de Ellie Downes
Downes aseguró que tardó meses en asumirlo: "Recuerdo vívidamente estar en el hospital durante la Navidad y darme cuenta". Para ella, fue duro darse cuenta qué estaba pasando porque nunca sospechó que pudiera tratarse de un cáncer: "Me preocupaba estar siendo dramática y demasiado cautelosa".
"Cuando recibí mi diagnóstico por primera vez, me sentí paralizada"
También reconoce que la posible propagación del cáncer podría haberle arruinado la vida, acabando con un pronóstico terminal. Hasta el año pasado ha estado sometiéndose a quimioterapia con el objetivo de arrancar el cáncer por completo de su cuerpo. Después de este horrible tumor, para ella, tener que enfrenarse después a un cáncer en los pulmones y a dos tumores similares al primero fue un duro golpe.
Esperanza para el futuro
Después de superar todos los tratamientos, Downes va a revisiones periódicamente con el fin de controlar un pequeño nódulo en el pulmón y con la intención de que el cáncer no vuelva a aparecer en su vida. Está feliz porque ahora quiere "finalmente reconstruir" su vida y planificar su boda, tal y como quería antes de su larga enfermedad: "Estoy deseando planificar mi boda e intentar tener un bebé: todas las cosas que estaba dispuesta a hacer antes del cáncer".
"Me estoy recuperando bien y tengo muchas ganas de volver al trabajo y a la normalidad", afirmó la joven tras su recuperación. Esta experiencia también le ha hecho aprender. Actualmente se encuentra trabajando en la creación de una organización benéfica para ayudar a personas de entre 25 y 35 años que padecen o viven con cáncer.
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