El Gobierno del estado mexicano de Nuevo León ha confirmado que trece presos murieron durante los disturbios en el Penal de Cadereyta y otras 25 personas resultaron heridas, ocho de ellas de gravedad, incluyendo un policía estatal.
Aldo Fasci, portavoz estatal de seguridad, confirmó que esperan los resultados de las autopsias de los fallecidos para determinar el número de internos que murieron por el uso de la "fuerza letal" de la policía y los que fallecieron por riñas entre grupos rivales.
"Durante la madrugada se inició una protesta de un grupo de internos en el Penal de Cadereyta", informó Fasci en conferencia de prensa celebrada en la sede del Gobierno de Nuevo León. "Debo aclarar a la comunidad que en la prisión de Cadereyta los reos están separados por grupos criminales para evitar disturbios", añadió.
Mencionó que la protesta de la madrugada fue controlada pero para la tarde se reactivó por un grupo de unos 150 internos que comenzaron a quemar basura y colchones, así como a agredir a las fuerzas de seguridad que entraron a la cárcel para intentar controlar las protestas.
"En la riña de la tarde uno de los reos fue asesinado y luego incinerado por un grupo de internos", precisó Fasci. Destacó que fue necesario utilizar "fuerza letal" para intentar controlar a los reos, pero cuando un grupo intentó escapar, fue agredido por un grupo contrario.
El portavoz no descartó que pueda haber más fallecidos debido a que varios reos quedaron gravemente heridos. En el exterior de la prisión, decenas de familiares que se reunieron para conocer la situación se quejaron de que las autoridades no les han dado información sobre la lista de víctimas.
A las 19.20 hora local (00.20 GMT del miércoles) salieron dos ambulancias de la Cruz Roja con heridos, pero hubo un altercado con los familiares de los internos, quienes apedrearon y golpearon las unidades de auxilio. El Penal de Cadereyta sufrió otro motín hace seis meses, con una riña entre internos que dejó cuatro presos muertos.
