Al menos 40 personas han muerto y otras 80 han resultado heridas por un bombardeo que ha alcanzado a última hora de este martes un centro de detención de migrantes en la capital de Libia, Trípoli, según han informado fuentes médicas citadas por la agencia de noticias Reuters.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha asegurado a través de su cuenta en la red social Twitter que está "muy preocupado" por los ataques aéreos. "Los civiles nunca deben ser un objetivo", ha manifestado.
Las autoridades libias y Naciones Unidas han llevado a cabo evacuaciones en algunos centros de detención de Trípoli para trasladar a los migrantes y refugiados a lugares seguros, en el marco de la ofensiva contra la capital. Por el momento se desconoce quién está detrás del ataque, si bien las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar, leales a las autoridades asentadas en el este de Libia, anunciaron el lunes que iniciarían una campaña de bombardeos contra Trípoli.
El comandante Mohamed Manfur señaló que la campaña aérea arrancará debido a que los "métodos tradicionales" de guerra han sido agotados, en medio de su ofensiva para "liberar" Trípoli, controlada por el gobierno de unidad.
El anuncio sobre la campaña de bombardeos llegó menos de una semana después de que las fuerzas del gobierno de unidad se hicieran con el control de la localidad de Gharian, situada al sur de Trípoli y considerada una de las bases de avanzada de las fuerzas de las autoridades orientales.
La ofensiva de Haftar contra la capital de Libia, iniciada a principio de abril, se ha saldado hasta ahora con más de 650 muertos, según datos de Naciones Unidas, que ha alertado de que esta cifra podría dispararse si los combates avanzan hacia el centro de la ciudad.
El enviado especial de Naciones Unidas para Libia, Ghasán Salamé, alertó en mayo ante el Consejo de Seguridad de la ONU de que Libia "está al borde de caer en una guerra civil que podría llevar a la división permanente del país", a causa de la ofensiva de Haftar.
"Llevará años reparar el daño causado hasta ahora, y eso sólo si la guerra termina ya", dijo, antes de recalcar que "la guerra en los alrededores de Trípoli es sólo el inicio de una larga y sangrienta guerra en la orilla sur del Mediterráneo".
Por otra parte, afirmó que "el vacío de seguridad creado por la retirada de gran parte de las tropas de Haftar en el sur, junto con el foco de las fuerzas occidentales sobre la defensa de la capital, está siendo explotado por Estado Islámico y Al Qaeda".