Una persona falleció y al menos tres resultaron heridas este lunes en la explosión de un gasoducto en la localidad mexicana de Celaya, en el céntrico estado de Guanajuato, según detalló en rueda de prensa Elvira Paniagua, alcaldesa de la localidad. Todos los afectados eran trabajadores municipales.
Los lesionados se encuentran "con quemaduras de primer y segundo grado", informaron fuentes municipales a través de redes sociales. La explosión tuvo lugar cuando un equipo de operarios trabajaba en la zona, descartando así que se debiera a un acto de robo de combustibles, tal y como indicó desde Petróleos mexicanos (Pemex), empresa propietaria de la infraestructura.
"Una retroexcavadora particular se encontraba trabajando en el lugar de los hechos cuando golpeó y perforó un ducto de 14 pulgadas de gas LP, lo que provocó una chispa que originó un incendio", indicaron desde Pemex. Para frenar el incendio, se bloquearon las "válvulas de seccionamiento", detalló la petrolera estatal.
Ello con el fin de controlar el flujo de gas del conducto afectado y, así, contener la intensidad de las llamas. Además, el Ejército Nacional Mexicano implementó el Plan DN-III, que se activa para proteger la población en caso de desastre. Se movilizaron al lugar de los hechos diversos efectivos de la nueva Guardia Nacional, de la Policía Federal, de Protección Civil y de Seguridad Ciudadana.
Tras la explosión, elementos de las fuerzas armadas pidieron a los vecinos que se retiraran de un radio de 500 metros en torno a la deflagración, ante el miedo de que se produjera una explosión mayor, según confirmaron medios locales. De esta forma, a media mañana, tanto fuentes municipales como de la empresa propietaria aseguraban que el fuego comenzaba a estar controlado y no existía la necesidad de tomar medidas adicionales.