Alarma climática: el mar se retira en Italia

El mar se está retirando de Italia, y hay mucha preocupación en el país transalpino. En una entrevista publicada por el diario La Stampa, el ministro de Italia para la Protección Civil y las Políticas del Mar, Nello Musumeci, ha confirmado una propuesta para hacer frente a una sequía que sufre el país mediterráneo, pues la caída de las lluvias se han desplomado hasta en un 40% respecto a la media en precipitaciones de 2022.

"En el futuro inmediato, la única solución es un plan de racionamiento sano y realista", pues "el uso de agua potable para fines no domésticos podría monitorearse en áreas críticas", dice Musumeci. Por otro lado, plantea que "cualquier racionamiento es en todo caso una elección de los alcaldes y presidentes regionales", ya que esa caída acelerada de las precipitaciones ha ocasionado importantes disminuciones en el volumen de los ríos y lagos más importantes del país.

3,5 millones de italianos podrían verse afectados por la sequía

La organización ecologista Legambiente ha alertado sobre de las dimensiones que está alcanzando el problema de la sequía en Italia, derivado de las escasez -récord- de precipitaciones. El río Po, el más grande del país, se encuentra en un mínimo histórico de niveles de agua, pues muestra una disminución del 61% en su volumen habitual de agua y especialmente en la zona norte del país, los ríos y lagos están sufriendo una grave escasez de agua.

Alrededor del Po, en regiones que representan un tercio de la producción agrícola del país, se ha decretado el estado de emergencia después de experimentar su peor sequía en 70 años.

El presidente de la Asociación Nacional de Consorcios de Cuenca, Francesco Vincenzi, ha alertado en un comunicado de las graves consecuencias de esta problemática medioambiental, pues alrededor de 3,5 millones de italianos se podrían ver interrumpidos en los próximos meses, basándose en los datos a los que tiene acceso.

Así, la solución de Musumeci de racionar el agua es una propuesta necesaria para acabar con el problema de sequía, pues considera que "sin estas y otras iniciativas seguiremos persiguiendo el milagro de la lluvia que nunca llega", dice. "En Italia solo usamos el 11% de lo que cae cada año. Entonces se necesita mantenimiento en presas y redes de agua urbana que en muchos casos son un colador. Además, ¿por qué no usar agua de lluvia purificada para regar los campos?", propone también el ministro italiano.

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