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AUMENTA LA PRESIÓN CONTRA MERKEL

Un alcalde alemán llena un autobús con refugiados sirios y los envía a Berlín

La gestión de los refugiados está pasándole factura al gobierno de Angela Merkel. Su partido ha caído ya 2 puntos en intención de voto. Las agresiones sexuales de esta Nochevieja en Colonia le han generado muchos problemas. Y ahora, un alcalde alemán ha fletado un autobús con decenas de inmigrantes sirios y los ha llevado a Berlín. Dice que él no puede alojarles dignamente.

Ha sido más que un gesto, un claro aviso. Al menos 31 refugiados sirios llegaban en autobús, en mitad de la noche, a Berlín. Siete horas de viaje desde Baviera escoltados por el alcalde de un distrito. Había amenazado con llevarlos a la capital, a las oficinas de la canciller Merkel para denunciar que están desbordados; que no tienen donde alojarlos y que las autoridades federales no construyen alojamientos permanentes.

Peter Dreier, alcalde de Landshut asegura que le dijo "a la canciller, en una carta abierta hace tres meses, que las capacidades se agotarían". "Quiero alojarlos de una manera digna. No en refugios temporales, ni en gimnasios", añade.

El año pasado entraron en Alemania un millón cien mil refugiados. No es el único problema. En Borheim, muy cerca de Colonia, las autoridades han prohibido la entrada en una piscina cubierta a los refugiados varones por las continuas quejas de las bañistas. Les acusan de acosarlas con sus continuas miradas y comentarios. Cuando aprendan la lección y se comporten, ha dicho el ayuntamiento,  levantarán la prohibición.

Comportamientos que alimentan la radicalización y manifestaciones promovidas por el movimiento xenófobo Pegida.  Después de las agresiones sexuales a mujeres la pasada Nochevieja en Colonia  ha aumentado la venta de artículos de defensa. Fuente policiales reconocen que han aumentado las  solicitudes de permisos de armas pequeñas. Sólo este año  han recibido alrededor de 300 solicitudes.

En Noruega, para que los refugiados se integren y reconozcan la igualdad entre hombres y mujeres, tienen que hacer un cursillo para prevenir violaciones y para que aprendan los códigos sociales noruegos.

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