Alerta en Irlanda tras la muerte de un joven de 13 años que podría ser un nuevo caso del juego de la ballena azul

Greg Wilmot encontró a su hijo Conor de 13 años muerto en campo cercano a su casa el pasado jueves por la noche. Aunque intentó salvarle la vida todos los esfuerzos fueron en vano.

"Era capaz de seguir haciendo la RCP hasta que llegasen los servicios de emergencia. Pero en mi corazón yo sabía que Conor había desaparecido, cuando lo comprobé yo no tenía pulso", dijo Greg a The Sun.

Los padres de Conor están convencidos de que su pequeño no se suicidó voluntariamente. Greg Wilmot está convencido de que el joven había encontrado algo en internet que lo ha conducido a la muerte. Los agentes están rastreando su móvil y su ordenador para comprobar si se trata de una nueva víctima de la ballena azul.

En una entrevista con The Sun, Greg ha querido alertar al resto de padres irlandeses de los riesgos que suponen las nuevas tecnologías para los jóvenes: "Los padres hoy en día no nos damos cuenta de lo mucho que nuestros hijos están en la realidad virtual, para ellos todo es realidad. Les resulta difícil distinguir entre los dos mundos y no veo cómo vamos a hacer frente a esto"

El juego de la ballena azul es una práctica que algunos países se ha hecho viral e incita a los jóvenes a quitarse la vida. En Rusia se han vinculado a esta peligrosa moda 130 muertes. Las pruebas empiezan siendo insignificantes, pero cada vez se van volviendo más peligrosas. A los 50 días se les incita a acabar con su vida.

Conor era estudiante de la escuela St Patrick Comprehensive en Shannon, Irlanda. Tras su muerte el colegio emitió un comunicado en el que rechaza que Conor fuera acosado en el centro. El centro habla de "especulación infundada" en relación a las informaciones que apuntan a que el joven estaba "intimidado".