Sudáfrica
Alrededor de 4.000 mineros deciden estar bajo tierra intoxicados y sin suministros en lugar de salir a superficie
Unos 4.000 mineros están sin comida ni agua en una mina de Sudáfrica tras el corte de suministro de las autoridades en su lucha contra el comercio minero ilegal del país. Llevan meses bajo tierra con riesgo a intoxicación y lo prefieren a salir a superficie.
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Miles de mineros ilegales, conocidos como "zama zamas", permanecen bajo tierra en condiciones difíciles en una mina abandonada en Stilfontein, Sudáfrica. Las autoridades han bloqueado el suministro de alimentos, agua y medicinas desde el 18 de octubre, como parte de una ofensiva contra la minería ilegal. Según las estimaciones, hasta 4.000 personas podrían estar atrapadas en un pozo de 1,8 kilómetros bajo tierra utilizando trozos de cuerda atados entre sí y sujetos a una plantilla. Los mineros llevan meses atrapados enfrentándose a calor extremo, polvo tóxico y condiciones precarias.
Según el Gobierno sudafricano, no están técnicamente atrapados, ya que pueden salir, pero al hacerlo se enfrentan a un arresto inmediato al llegar a la superficie. Por el momento, según fuentes de la BBC, son 1.000 los mineros que han salido y han sido detenidos. Sin embargo, la falta de suministros esenciales hace que los que continúan en el interior corran el riesgo de morir. Un cuerpo en estado de descomposición ya ha sido recuperado, desde que la Policía bloqueó la mayoría de los puntos de acceso el 18 de octubre.
¿Quiénes son los zama zamas?
Sudáfrica se caracteriza por ser uno de los países ricos en minerales. Según estimaciones oficiales, posee alrededor del 30% de los yacimientos de oro del mundo y el 88% del platino.
Este contexto de riqueza hace que surja un gran mercado negro a su alrededor. Los zama zamas, mineros ilegales, son en su mayoría inmigrantes pobres contratados por estas redes criminales para extraer minerales en las aproximadamente 6.000 minas abandonadas de Sudáfrica. Se cree que en la actualidad hay alrededor de 100.000 mineros ilegales. Estas minas, muchas veces dejadas por empresas multinacionales, pueden llegar a ser peligrosas zonas de trabajo para estos mineros, quienes llegan a descender hasta 4 kilómetros bajo tierra y permanecen meses en condiciones inhumanas. El oro es el principal objetivo de estos grupos, pues es el mineral más lucrativo, generando alrededor de 610 millones de libras esterlinas anuales en el mercado negro. Sin embargo, los mineros reciben una ínfima parte de estas cantidades.
La respuesta del Gobierno
El bloqueo de suministros forma parte de la política oficial para combatir la minería ilegal. Las autoridades esperan que, al cortar el acceso a comida y agua, los mineros abandonen la mina voluntariamente. "No estamos enviando ayuda a los criminales", declaró el ministro Khumbudzo Ntshavheni.
Esta medida ha generado críticas de organizaciones como la Federación de Sindicatos de Sudáfrica, que advierte sobre posibles tragedias, y la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, que ha iniciado una investigación contra la policía por restringir el acceso a suministros básicos.
El sábado, un tribunal de Pretoria, capital administrativa de Sudáfrica, ha dictaminado que la mina "no puede ser bloqueada por ninguna persona o institución, ya sea gubernamental o privada". El tribunal también ha señalado que cualquier persona que se encuentre dentro de la mina debería poder salir, y que nadie que no sea personal de servicios de emergencia debería poder entrar.
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