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ASÍ CONSTA EN UN COMUNICADO DIFUNDIDO DESDE LONDRES
Amnistía Internacional cree que un traspaso imprudente de armas a Irak durante décadas armó a Daesh
El vasto arsenal que la organización islámica terrorista utiliza para cometer crímenes de guerra y contra la humanidad a escala masiva en Irak y Siria ha sido fabricado en más de una docena de países, como Rusia, China, EEUU y países de la Unión Europea, si bien una gran proporción proviene de las reservas de armamento del ejército iraquí.
Amnistía Internacional considera que el traspaso irresponsable de armas a Irak durante décadas ha suministrado a Daesh su arsenal letal y ha pedido medidas urgentes a los Gobiernos para reducir la proliferación de armamento en ese país, Siria y otras zonas inestables.
La organización pro Derechos Humanos divulgó desde su sede en Londres un informe, denominado 'Taking Stock: The Arming Of Islamic State', que documenta el empleo de armamento y munición por parte de la organización yihadista, responsable de recientes atentados de París, que se saldaron con 130 muertes.
Según esto, el vasto arsenal que la organización islámica terrorista utiliza para cometer crímenes de guerra y contra la humanidad a escala masiva en Irak y Siria ha sido fabricado en más de una docena de países, como Rusia, China, EEUU y países de la Unión Europea (UE), si bien una gran proporción proviene de las reservas de armamento del ejército iraquí.
"El amplio y variado armamento empleado por el grupo armado que se autodenomina Estado Islámico es un caso de manual sobre cómo el comercio imprudente de armas alimenta las atrocidades a escala masiva", indicó Patrick Wilcken, de AI.
A su juicio, "la pobre regulación y la falta de supervisión de los enormes flujos de armas que van a Irak desde hace décadas ha dado a Daesh y a otros grupos armados una bonanza sin precedentes de acceso a armas". AI dice que tras asumir el control de Mosul en junio de 2014, Daesh adquirió reservas de armas iraquíes, fabricadas a nivel internacional, que usó para controlar otras partes de Irak. Con ellas han llevado a cabo campañas de abusos, como asesinatos sumarios, violaciones, tortura, secuestros, que han obligado a cientos de miles de personas a huir y convertirse en desplazados o refugiados. Según Amnistía, que identifica más de 100 tipos diferentes de armas y municiones empleadas por Daesh en Siria e Irak, la magnitud del arsenal del grupo terrorista "refleja décadas de irresponsables transferencias de armamento a Irak".
"Esto se ha agravado por múltiples fallos para gestionar las importaciones de armas e instaurar mecanismos de supervisión, a fin de evitar el uso impropio durante la ocupación liderada por EEUU tras 2003", apuntó la organización. "Al mismo tiempo -agregó- los controles laxos sobre las reservas militares y la corrupción endémica por sucesivos gobiernos iraquíes se han sumado al problema".
La mayor parte del armamento convencional empleado por los terroristas Daesh data de entre la década de los 70 hasta la de los 90, e incluye pistolas, revólveres o morteros, entre otros, siendo muy comunes, según el informe, los rifles Kalashnikov de la era de la Unión Soviética, de fabricación rusa y china principalmente. La guerra entre Irak e Irán (1980-88) fue un "momento seminal" en el desarrollo del mercado de armas moderno a nivel global, según AI, que agrega que al menos 34 países diferentes proporcionaron armas a Irak, mientras que 28 de ellos lo hacía simultáneamente a Irán.
También indica que tras un embargo de armas de la ONU en 1990, hubo un aumento masivo en las importaciones a Irak, tras la invasión de ese país en 2003, y más de 30 países -entre ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU- han suministrado al ejército iraquí equipamiento militar en la pasada década.
Durante los últimos diez años, cantidades sustanciales de ese equipamiento han acabado en manos de grupos insurgentes, como Daesh. AI pide a todos los Gobiernos que adopten un embargo completo a las autoridades sirias, así como a los grupos armados de la oposición implicados en la comisión de crímenes de guerra, contra la humanidad y otros abusos a los derechos humanos.
"El legado de la proliferación de armas y el abuso en Irak y los alrededores de la región ya han destruido las vidas de millones de personas y representan una continua amenaza", apuntó Wilken. Este experto remarcó que "las consecuencias de los traspasos de armas imprudentes a Irak y Siria y su subsiguiente captura por Daesh deben servir de toque de atención a los exportadores de armas de todo el mundo".
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