Guerra Rusia-Ucrania
El análisis del experto militar Justin Bronk sobre las señales de desesperación de Rusia en Ucrania
Justin Bronk, investigador del Royal United Services Institute de Londres, da las claves sobre la situación actual de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia y cómo la desesperación de Vladímir Putin está guiando torpemente los nuevos pasos en la contienda militar.
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Justin Bronk, investigador del Royal United Services Institute de Londres, realiza un análisis pormenorizado en 'Daily Mail' sobre los signos que muestran la creciente desesperación de Rusia por sus fracasosen Ucrania tras una invasión que no está transcurriendo como Vladímir Putin tenía previsto y en la que las fechaslímite para celebrar alguna victoria empiezan a echarse encima del mandatario ruso con unVolodímir Zelenskimás fuerte cada día.
Como contexto, hay que tener en cuenta que las fuerzas rusas en Ucrania están acumulandocarros de combate, artillería y aviación de ataque en la región del Donbás para una nueva ofensiva a gran escala, motivo por el que Ucrania se centra ahora en conseguir armamento pesado y munición de todo tipo para hacer frente a la gran ofensiva que está por llegar.
Sin embargo, Bronk ve en muchos movimientos del Ejército ruso una desesperación no detectada en conflictos militares anteriores, como son el haber duplicado las unidades de un ejército que hasta ahora no ha logrado resultados estratégicamente decisivos y ha sufrido brutales bajasen el proceso. Así, entiende que el resultado de la próxima ofensiva en el este de Ucrania tendrá enormes implicaciones en la naturaleza del resto de la guerra y en su duración.
Las cifras del fracaso de Rusia
Para saber el estado de Rusia en la contienda militar, Bronk pone sobre las mesa los datos con los que se trabaja. Según las informaciones, Rusia había reunido aproximadamente 190.000 soldados para su invasión a gran escala de Ucrania el 24 de febrero y más de 40.000 de ellos eran unidades de segunda línea, es decir, tropas de defensa territorial que generalmente no están equipadas ni entrenadas para el combate en primera línea. Los restantes 150.000 soldados regulares desplegados, por su parte, se organizaron en aproximadamente 120 grupos tácticos de batallones aumentados (BTG), de los 168 BTG que el Ejército ruso puede teóricamente generar para operaciones sin movilización nacional.
Sin entrar en más detalles, es importante destacar que desde el inicio de la invasión se ha confirmado visualmente la destrucción o captura de unos 2.800 vehículos rusos, entre los que se encuentran 480 tanques y 850 vehículos de combate de infantería, vehículos blindados de transporte de tropas y vehículos blindados de combate.
Estimar el número de tropas rusas perdidas es mucho más difícil, pero la OTAN a mediados de marzo situaba la cifra entre 7.000 y 15.000 muertos en acción, cifrasque previsiblemente son mucho más altas ahora. Además, las fuerzas rusas en retirada habrán sufrido bajas especialmente importantes por el fuego de la artillería ucraniana y las continuas emboscadas a lo largo de las pocas rutas principales disponibles. En este sentido, Bronk subraya que normalmente las bajas totales en una guerra -que incluyen a las tropas malheridas, capturadas o desaparecidas- suelen ser de tres a cuatro veces las de los muertos en acción. Según este cálculo, es probable que el número total de bajas rusas sea de al menos 40.000 soldados de sus fuerzas iniciales de alrededor de 190.000.
En todo este conjunto cabe tener en cuenta que las pérdidas habrán sido sufridas de forma desproporcionada por la infantería de primera línea y las tripulaciones de los vehículos de las unidades rusas, y no por la mayoría del personal de apoyo y soporte logístico. En consecuencia, y según el análisis de Bronk, es probable que las pérdidas en términos de poder de combate utilizable sean aún más graves de lo que parece sobre el papel.
La situación del despliegue
Estas pérdidas son fundamentales para entender la actual acumulación ofensiva en el Donbás. Rusia no puede redistribuir todos sus BTG restantes a Ucrania como refuerzos para reemplazar las unidades destrozadas en las derrotas al norte de Kiev porque, tal y como señala Bronk, tiene que mantener fuerzas para defender sus fronteras con la OTANalrededor del enclave de Kaliningrado y los Estados bálticos, así como la frontera con Finlandiay sus despliegues en el extranjero en Siria y los territorios ocupados en Georgia y Moldavia.
Por otro lado, acaba de producirse la rotación regular de reclutas, lo que significa que, a menos que el Kremlin declare el estado de guerra y la movilización a gran escala, tiene que permitir que 130.000 soldados regresen a casa mientras comienza a entrenar la siguiente incorporación. Es importante considerar que los reclutas no son legalmente elegibles para servir fuera de Rusia en tiempos de paz y que estas unidades tendrán un entrenamiento y una moral aún peores que los de las fuerzas regulares en Ucrania.
Las señales de desesperación
El hecho de que Rusia esté tratando de reacondicionar y redesplegar rápidamente las unidades retiradas del norte de Ucrania al Donbás de forma inmediata es una señal de la desesperada escasez de otras opciones. Además, Bronk prevé que estas unidades no vayan a ser "eficientes" porque "han sido derrotadas, han sufrido grandes bajas y han participado en horrendas atrocidadescontra la población civil".
Sin embargo, después de su derrota en el norte, el Kremlin necesita pronto una victoria contra las fuerzas ucranianas en el este para tener algo positivo que celebrar el Día de la Victoria, el 9 de mayo. "¿Podrán generar una concentración suficiente de poder de combate en los puntos críticos?", se pregunta el investigador dadas las circunstancias actuales.
La defensa de los ucranianos
El Ejército ucraniano, por su parte, también ha sufrido grandes pérdidas, aunque están mucho menos documentadas. Sin embargo, están luchando con una excelente moral en defensa de su patria en lugar de tratar de llevar a cabo operaciones ofensivas con justificaciones constantemente cambiantes, según la valoración de Bronk.
En el Donbás, las fuerzas ucranianas están ocupandouna serie de posiciones bien fortificadas a lo largo de la línea del río Donets y están siendo reforzadas por unidades liberadas por la retiradarusa de Kiev, Chernihiv y Sumy en el norte.
Como punto negativo, el investigador indica que Ucrania está utilizando la munición más rápido de lo que se entregadesde Occidente, especialmente las armas antitanque modernas. Por ello, considera esencial continuar con los esfuerzos de reabastecimiento, ya que las necesidades de municiones para detener la próxima ofensiva serán enormes. También se están quedando sin munición, alimentos, agua y suministros médicos los defensores de Mariúpol, asediados sin apenas reabastecimiento ni ayuda desde el inicio de la invasión.
Próximos pasos de la guerra en Ucrania
Todo esto apunta a que la próxima ofensiva rusa será una prueba decisiva para ambos bandos y Bronk presenta dos posibles escenarios. Si Rusia consigue romper las líneas de defensa ucranianas en el Donbás y rodear u obligar a retirarse a las unidades de las Fuerzas Conjuntas de Operaciones ucranianas que se encuentran allí, es probable que consolide una nueva línea de frente en la mayor parte de las provincias de Donetsk y Lukansk. Esto prepararía el terreno para una larga y prolongada batalla de desgaste, ya que Ucrania probablemente se negaría a abandonar a sus ciudadanos a las atrocidades rusas y a las deportaciones forzadas en la zona ocupada, pero tendría dificultades para atravesar las líneas de frente rusas consolidadas.
Por otro lado, si las fuerzas ucranianas consiguen impedir que la ofensiva rusa alcance estos objetivos y siguen infligiendo un índice de pérdidas similar, el Ejército ruso en Ucrania sería una fuerza en gran medida agotada y podríamos ver retiradas a gran escala comparables a las que se han visto en el norte cuando las unidades ucranianas puedan pasar a la ofensiva contra sus líneas de suministro en el noreste y el suroeste.
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